El ogro del bosque encantado



En un lejano bosque encantado, donde los árboles susurraban secretos y los ríos brillaban como joyas, vivía un ogro llamado Rugido. Rugido no era un ogro común; tenía un corazón amable y siempre sonreía, aunque su gran figura y su voz profunda asustaban a los animales del bosque.

Un día, mientras exploraba su hogar, Rugido escuchó un llanto entre los arbustos.

"¿Quién está ahí?" - preguntó Rugido, acercándose con cuidado.

Del arbusto salió una pequeña conejita llamada Lila, con grandes ojos llenos de lágrimas.

"¡Ay, Rugido! Necesito tu ayuda. Mi mamá se ha perdido y no sé dónde buscarla." - dijo Lila, entre sollozos.

Rugido se agachó para estar al nivel de Lila.

"No te preocupes, Lila. Juntos la encontraremos. Pero primero, dime, ¿en qué parte del bosque la viste por última vez?" - respondió con ternura.

Lila respondió:

"Estaba en la pradera cerca del río, recogiendo flores. ¡Pero nunca volvió!"

Rugido decidió que no podían perder tiempo. Aunque no era fácil para él moverse rápido debido a su tamaño, prometió a Lila que la ayudaría. Comenzaron su búsqueda, caminando por el sendero del bosque oscuro, donde los árboles se alzaban como gigantes.

Mientras buscaban, Rugido escuchó un susurro.

"Rugido..."

Levantó la vista y vio a un viejo búho, sabio y conocido por todos los animales del bosque.

"¿Qué sucede, amigo búho?" - preguntó Rugido.

"Lila, aquí a tu lado, es la clave para salvar el bosque. Debes encontrar a su madre, porque ella guarda un secreto sagrado que protege todas las criaturas de este lugar." - dijo el búho.

Lila, aunque sorprendida, preguntas:

"¿Un secreto sagrado? ¿Qué es eso?"

El búho continuó:

"El amor de una madre puede curar cualquier herida y mantener a salvo la magia de este bosque. Pero si no la encuentras pronto, el equilibrio del bosque se perderá."

Ahora, Rugido y Lila tenían una misión aún más importante. Siguieron buscando, preguntando a cada animal que encontraban, pero nadie había visto a la mamá conejita. Los minutos se convertían en horas y la tristeza comenzó a apoderarse del pequeño corazón de Lila.

"Quizás nunca la encuentre..." - dijo Lila, con la voz temblorosa.

Rugido, al notar la tristeza de Lila, se arrodilló y le dijo:

"No pierdas la esperanza, Lila. Las cosas a veces se ponen difíciles antes de que la magia ocurra. ¡Sigamos adelante!"

Justo en ese momento, Rugido tuvo una idea. Recordó que había un lugar especial en el bosque donde los sueños se compartían. Tal vez ahí encontrarían alguna pista. Así que llevaron a Lila hasta el claro de los sueños.

Al llegar, Rugido pidió en voz alta:

"¡Por favor, espíritu del bosque, ayúdanos a encontrar a la mamá de Lila!"

De pronto, un suave viento comenzó a soplar y en la niebla apareció una imagen de la mamá conejita.

"¡Lila, querida!" - exclamó la imagen. "Estoy aquí, cerca de la cueva del eco. Necesito tu ayuda."

Lila, llena de alegría, le dijo a Rugido:

"¡Mira! ¡Mi madre la necesita! Vamos, rápido!"

Rugido asintió y juntos corrieron hacia la cueva del eco. Una vez allí, encontraron a la mamá conejita atrapada en un arbusto espinoso. Rugido, con mucho cuidado, utilizó sus grandes manos para liberar a la mamá conejita, mientras Lila la abrazaba con fuerza.

"¡Gracias, Rugido! No sé qué habría hecho sin vos." - exclamó Lila, con lágrimas de felicidad.

La mamá conejita sonrió y miró a Rugido.

"Siempre has tenido un corazón noble, Rugido. Gracias por cuidar de mi pequeña. Como forma de agradecimiento, compartiré con ustedes el secreto sagrado del bosque."

Entonces, la mamá conejita reveló un brillo dorado que emanaba de su corazón.

"El amor incondicional puede traer paz y felicidad. Si alguna vez se enfrentan a la tristeza, solo busquen a sus seres queridos y recuerden lo especiales que son. "

Rugido, emocionado, dijo:

"Juntos, crearemos un bosque donde todos se sientan seguros. Esto será nuestro secreto sagrado. "

Desde aquel día, Rugido y Lila se volvieron los mejores amigos y protectores del bosque encantado. Y todos los animales, al saber del coraje de Rugido y la unión de la familia, aprendieron que el verdadero secreto de la magia estaba en la amistad, el amor y la esperanza.

FIN.

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