El ogro distraído y la sorpresa en la cueva



Había una vez en un lejano valle, un ogro distraído llamado Rufus, que vivía en una cueva en lo más profundo del bosque. Rufus siempre estaba tan distraído que a menudo olvidaba las cosas más importantes.

Un día, mientras paseaba por el bosque, Rufus se encontró con un grupo de animales del bosque que estaban tristes y preocupados. - ¡Hola, Rufus! - saludó el conejo saltarín. - ¿Qué te pasa? - preguntó Rufus con curiosidad.

- Nuestro arroyo está muy sucio y estamos preocupados por nuestros amigos que viven en él - explicó el zorro con tristeza. Al escuchar esto, Rufus decidió ayudar a sus amigos del bosque.

Aunque se distraía de vez en cuando, tenía un buen corazón y quería hacer algo para solucionar el problema. Rufus se puso en marcha, pero en el camino se distrajo con una mariposa que revoloteaba a su alrededor y terminó perdiéndose en el bosque.

Después de un rato de dar vueltas, Rufus encontró una cueva misteriosa, y aunque le daba un poco de miedo, decidió explorarla.

Al adentrarse en la cueva, descubrió una sorpresa que lo dejó boquiabierto: ¡un arroyo subterráneo limpio y reluciente! Sin dudarlo, Rufus se puso a trabajar limpiando la cueva y el arroyo, asegurándose de que el agua volviera a fluir limpia y pura. Cuando por fin terminó, salió de la cueva y regresó al bosque, donde sus amigos lo estaban esperando.

- ¡Rufus, qué alegría verte de nuevo! ¿Y qué hay de nuestro arroyo? - preguntó el zorro con ansiedad. - ¡Lo limpié! Encontré una cueva con un arroyo subterráneo maravilloso, y lo dejé reluciente - exclamó Rufus con orgullo.

Los animales del bosque estallaron en agradecimiento y alegría. Desde ese día, Rufus aprendió que, aunque a veces se distraía, siempre podía hacer cosas maravillosas si se lo proponía. Y aunque era un ogro, se convirtió en el héroe del bosque.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

FIN.

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