El ogro escritor

Había una vez en un reino lejano, un ogro llamado Óscar, que a pesar de su aspecto intimidante, era un amante de la literatura. Óscar pasaba sus días leyendo cuentos y novelas, soñando con escribir su propia historia algún día. Pero su apariencia asustaba a todos en el reino, por lo que nunca se animaba a mostrar su verdadera pasión. Un día, cansado de esconderse, decidió que era hora de cumplir su sueño.

Decidió que escribiría un cuento que hiciera reflexionar a los niños del reino, por eso se puso manos a la obra y comenzó a escribir una historia sobre la importancia de la amistad y la valentía. Con cada página que llenaba de tinta, Óscar sentía cómo su corazón se expandía de alegría al poder compartir su mundo interior con los demás.

Pero escribir no era tan fácil como parecía. Óscar tuvo que enfrentarse a bloqueos creativos, a la falta de inspiración y a las dudas sobre si su cuento sería realmente bueno. Sin embargo, con perseverancia y dedicación, logró terminar su historia y se sintió muy orgulloso de su logro.

Decidió presentar su cuento en el concurso literario del reino, a pesar de los prejuicios que sabía que enfrentaría por su aspecto. El día del concurso, Óscar se presentó ante el público, nervioso pero decidido a compartir su creación. Cuando comenzó a leer su cuento, algo mágico sucedió: la gente que lo escuchaba se olvidó de su apariencia y se sumergió en la historia que había escrito.

Al terminar la lectura, el silencio fue reemplazado por un estruendoso aplauso. Óscar había conmovido a todos con su relato y había demostrado que no importa cómo te vean los demás, lo que realmente importa es quién eres en tu interior. A partir de ese día, el ogro escritor se convirtió en un ejemplo de superación y sus libros se volvieron populares en todo el reino.

Y así, Óscar demostró que los sueños, por más imposibles que parezcan, pueden hacerse realidad si se persiguen con valentía y determinación.