El osito cariñoso y las verduras mágicas



Hubo una vez en el bosque de Peluche, un osito cariñoso llamado Mimoso. Mimoso era muy especial, no solo por su pelaje suave y amoroso, sino también porque tenía un gran problema: no le gustaba comer verduras.

En el bosque, todos los animalitos comían verduras mágicas que les daban energía y alegría, pero Mimoso siempre las evitaba. "No quiero comer esas verduras verdes y feas", decía Mimoso cruzando sus bracitos.

Un día, la hada Florecita escuchó a Mimoso quejarse y decidió ayudarlo. "Mimoso, las verduras son muy importantes para que estés fuerte y lleno de energía. Te enseñaré un secreto mágico para que te gusten", le dijo la hada.

Florecita llevó a Mimoso a un claro del bosque, donde crecían las verduras mágicas más especiales. Le mostró cómo cada verdura tenía un color y sabor únicos, y cómo juntas formaban un arcoíris de nutrientes. Mimoso probó una zanahoria brillante y descubrió lo deliciosa que podía ser.

Luego mordió un tomate rojo y jugoso, y sintió la explosión de sabor en su boca. Poco a poco, Mimoso fue disfrutando de todas las verduras y se dio cuenta de lo feliz y enérgico que se sentía.

Desde ese día, Mimoso se convirtió en el defensor de las verduras mágicas, enseñando a todos los animalitos del bosque lo importante que era comer saludable.

Y cada vez que alguien dudaba de las verduras, Mimoso les contaba su historia y les mostraba el arcoíris de nutrientes que les esperaba. Así, Mimoso y las verduras mágicas llenaron el bosque de alegría y vitalidad para siempre.

FIN.

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