El osito perezoso y la misteriosa silueta



Había una vez en el Bosque Amarillo, un osito perezoso llamado Benito que amaba ir todos los días en su auto a buscar flores.

A pesar de vivir tan cerca del campo, Benito siempre prefería usar su auto en lugar de caminar. Un día, mientras conducía por el campo en busca de las flores más bonitas, a lo lejos se divisó una silueta espeluznante que lo aterrorizó. Benito se sintió asustado y paró su auto.

-

¡Oh no! ¿Qué es eso que veo al final del camino? -exclamó Benito, con temor en su vocecita.

Sin embargo, su curiosidad lo impulsó a acercarse.

A medida que se acercaba, se dio cuenta de que la silueta misteriosa era en realidad un árbol con ramas torcidas que proyectaban sombras extrañas. Al comprender que no había nada que temer, Benito se rió de sí mismo por haberse asustado.

Desde

ese día, Benito decidió dejar de ser tan haragán y empezó a caminar más a menudo en lugar de usar su auto para explorar el campo. Descubrió que caminar le permitía apreciar mejor la naturaleza y disfrutar de las pequeñas cosas que antes pasaba por alto.

Además, al caminar, encontró nuevas flores y amigos animales con los que antes no podía interactuar desde su auto. Benito aprendió que enfrentar tus miedos puede llevarte a descubrir cosas grandiosas y que la pereza no siempre es la mejor opción.

Desde entonces, cambió su manera de pensar y vivir, convirtiéndose en un osito mucho más activo y valiente.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!