El osito que encontró abrigo



Había una vez un osito llamado Benito que vivía en el bosque. Benito era muy travieso y le encantaba jugar todo el día.

Pero había algo que lo preocupaba: todas las noches, cuando se iba a dormir, siempre terminaba destapándose y pasaba frío. Un día, Benito decidió hablar con su mamá sobre su problema. "-Mamá, siempre me destapo por la noche y tengo mucho frío. ¿Qué puedo hacer?"- preguntó preocupado.

La mamá de Benito pensó por un momento y luego tuvo una idea brillante. "-Benito, creo que tengo la solución perfecta para ti. Te compraré un saco de dormir.

"-Benito se emocionó mucho al escuchar esto y esperó ansioso hasta el día en que su mamá le comprara el saco de dormir. Finalmente llegó ese día tan esperado y juntos fueron a la tienda de campaña del Sr. Oso para elegir el mejor saco de dormir para Benito. El Sr.

Oso les mostró una gran variedad de colores y diseños diferentes. Había sacos de dormir con estampados de flores, otros con rayas coloridas e incluso algunos con dibujos de animales como él.

Después de probar varios modelos, Benito encontró uno que le encantaba: era azul con estrellas brillantes en él. Cuando volvieron a casa, Benito estaba muy emocionado por probar su nuevo saco de dormir esa misma noche.

Llegada la hora de acostarse, Benito se metió dentro del saco y cerró la cremallera bien ajustada. Se sentía cálido y acogedor. Pero a medida que pasaba la noche, Benito comenzó a sentirse un poco incómodo. El saco de dormir era demasiado ajustado para él y no podía moverse libremente.

"-Mamá, me siento atrapado en el saco de dormir. No puedo moverme bien",- dijo Benito preocupado. Su mamá se acercó rápidamente y le ayudó a salir del saco de dormir. "-No te preocupes, Benito.

Encontraremos una solución juntos"-. Al día siguiente, la mamá de Benito decidió hacerle un saco de dormir a medida especialmente para él. Tomando medidas cuidadosas, cortó la tela y cosió con amor cada parte del nuevo saco.

Cuando terminaron, el nuevo saco de dormir era perfecto: tenía el tamaño adecuado para que Benito pudiera moverse cómodamente dentro sin destaparse durante la noche.

Esa noche, Benito se metió en su nuevo saco de dormir hecho por su mamá y se dio cuenta inmediatamente lo cómodo que era. Podía estirarse y dar vueltas sin ningún problema. A partir de esa noche, Benito nunca más se destapó mientras dormía gracias a su maravilloso saco hecho a medida por su mamá.

Benito aprendió una valiosa lección: cuando enfrentamos un problema, siempre podemos encontrar una solución si buscamos ayuda y trabajamos juntos. Y ahora podía disfrutar de dulces sueños todas las noches sin pasar frío ni destaparse.

FIN.

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