El oso cariñoso y el lobo en apuros

En un hermoso bosque vivía un oso grande, animal y con garras, pero lo más importante de él era su corazón tierno y cariñoso.

A pesar de su nobleza, todos los animales del bosque le tenían miedo y evitaban su compañía. El oso se sentía muy solo, anhelaba tener amigos con quienes compartir su bondad. Una tarde, mientras paseaba cerca del río, escuchó a lo lejos unos gritos angustiados.

Se acercó corriendo y vio que un lobo se estaba ahogando en el río. Sin dudarlo, el oso se zambulló y nadó hasta donde estaba el lobo.

- ¡Agárrate fuerte a mi espalda, amigo lobo! ¡Te sacaré de aquí! -gritó el oso mientras luchaba contra la corriente.

Juntos lograron llegar a la orilla, salvando la vida del lobo. El lobo, sorprendido y agradecido, le dijo al oso: - ¡Muchas gracias por salvarme! Siempre pensé que los osos eran feroces, pero veo que tú eres diferente.

El oso sonrió, feliz de haber ayudado a su nuevo amigo.

Desde ese día, el oso y el lobo se volvieron inseparables. Los demás animales del bosque, al ver su valentía y amistad, dejaron de tenerles miedo y se acercaron a ellos.

El oso, con su acto de bondad, había demostrado que la apariencia no define el corazón de una persona. Todos aprendieron que la verdadera valentía y nobleza se encuentran en el interior de cada ser.

El oso ya no se sentía solo, ahora tenía muchos amigos con quienes compartir su cariño y bondad.