El oso curioso y el jardín de flores
Había una vez en un hermoso bosque, un oso curioso llamado Benito. A Benito le encantaba explorar, y un día, mientras caminaba por el bosque, descubrió un maravilloso jardín lleno de flores de todos los colores.
El oso se sentía tan emocionado que comenzó a caminar alegremente entre las flores, oliéndolas y disfrutando de su hermosura. De repente, escuchó una voz suave que provenía de una mariposa que revoloteaba cerca de él.
"¡Hola, oso! ¿Te gusta nuestro jardín de flores?", preguntó la mariposa. "¡Oh, sí! Es el lugar más hermoso que he visto nunca. Me siento tan feliz aquí", respondió Benito emocionado.
La mariposa sonrió y le dijo: "Las flores son maravillosas, ¿no es cierto? Pero recuerda, también son frágiles y debemos cuidarlas para que puedan crecer y seguir siendo hermosas." Benito asintió con la cabeza y decidió ayudar a las flores en lo que pudiera.
Pasó los días regando las plantas, quitando las malas hierbas y asegurándose de que el jardín estuviera siempre limpio y cuidado. Un día, una pequeña abeja llamada Anita se le acercó y le dijo: "¡Gracias por cuidar de nosotros, oso! Sin tus cuidados, no seríamos tan felices como somos ahora."
Benito se sintió tan contento al escuchar las palabras de la abeja, que decidió dedicarse por completo a cuidar el jardín.
Con el paso del tiempo, el jardín se convirtió en un lugar aún más hermoso, y muchos animales del bosque comenzaron a visitarlo para admirar las flores. Benito se sentía orgulloso de ser parte de ese maravilloso lugar.
Desde ese día, Benito aprendió la importancia de cuidar y proteger la naturaleza, y se convirtió en el guardián del jardín de flores, asegurándose de que siempre estuviera lleno de vida y color.
FIN.