El oso de la montaña

En lo alto de una imponente montaña vivía un oso llamado Benito junto a su mamá, la osa Griselda. Ambos disfrutaban de la paz y la tranquilidad del lugar, hasta que un día un malvado cazador llamado Don Malaespina llegó a la montaña con la intención de capturar al oso para llevarlo a un circo. Aprovechando un descuido, logró atrapar a Griselda, dejando a Benito solo y desprotegido. El oso quedó muy triste y asustado, sin saber qué hacer.

Por suerte, en el pueblo al pie de la montaña vivían un grupo de valientes niños y niñas: Sofía, Mateo, Julieta y Tomás. Ellos amaban la naturaleza y siempre ayudaban a los animales en peligro. Un día, mientras jugaban en el bosque, escucharon el triste rugido de Benito. Intrigados, decidieron investigar y descubrieron la desaparición de Griselda. Decidieron ayudar al oso a protegerlo y cuidarlo.

Los niños y niñas elaboraron un plan para rescatar a la mamá de Benito. Crearon trampas con ramas y hojas para despistar al malvado cazador, y también le pidieron ayuda a un sabio búho llamado Óscar, que conocía todos los secretos de la montaña. Con ingenio y valentía, los niños lograron despistar a Don Malaespina y rescatar a Griselda. El oso Benito no podía contener la emoción al reencontrarse con su mamá, y agradeció a los niños y niñas por su valentía.

Desde ese día, Benito, Griselda y los niños formaron un increíble equipo. Juntos cuidaron la montaña, protegieron a los demás animales y enseñaron a todos la importancia de respetar y conservar la naturaleza. El malvado cazador nunca más volvió a acercarse a la montaña, y los niños y niñas siguieron aprendiendo y disfrutando de la compañía de sus nuevos amigos animales. La amistad y la valentía los habían unido para siempre.