El oso malhumorado y el cocodrilo juguetón



En un hermoso bosque, vivían un oso llamado Bernardo y un cocodrilo llamado Ciro. Bernardo era un oso muy gruñón que siempre estaba malhumorado, mientras que Ciro era un cocodrilo juguetón y amante de la diversión.

A pesar de sus diferencias, solían ser buenos amigos y pasaban el tiempo juntos jugando y explorando el bosque. Un día, mientras jugaban, tuvieron una discusión por una tontería. Bernardo, enojado, gruñó y se marchó, dejando a Ciro triste y confundido.

Pasaron los días y la amistad entre ellos se enfrió. El bosque ya no era el mismo sin su risa y alegría.

Un día, un conejo sabio del bosque se acercó a Ciro y le recordó lo valiosa que era su amistad con Bernardo. Ciro comprendió que debía hacer las paces. Decidió buscar a su amigo para disculparse. Después de un largo rato, encontró a Bernardo sentado junto a un arroyo, con gesto serio. (")Bernardo, lamento mucho nuestra discusión.

Extraño divertirme contigo, eres mi mejor amigo.(") El oso, sorprendido por las palabras de Ciro, le miró y luego sonrió. (")Yo también te extraño, Ciro. Perdóname por haber sido tan malhumorado.(") Los dos amigos se abrazaron y prometieron no volver a pelear.

A partir de ese día, continuaron su amistad, demostrando que las discusiones no son el fin de una amistad, sino una oportunidad para fortalecerla. Desde entonces, compartían momentos felices, valorando cada momento juntos.

La amistad entre Bernardo y Ciro se volvió aún más fuerte, enseñando a todos en el bosque la importancia de perdonar y valorar a los amigos, sin importar las diferencias.

FIN.

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