El Oso Olvidado en el Parque
Era un día soleado en Buenos Aires y Valentina, una niña de siete años, decidió ir al parque con su mamá. Con su mochila llena de bocadillos y su inseparable amigo, un oso de peluche llamado Tobi, Valentina se sentía en la cima del mundo.
"¡Mirá, mami! ¡Voy a jugar en el tobogán!" - gritó Valentina, corrigiendo la cinta de su gorra de verano.
"¡Cuídate, corazón!" - respondió su mamá, sonriendo mientras se sentaba en un banco a leer un libro.
Valentina pasó horas jugando, deslizando por el tobogán, correteando con otros niños y disfrutando de cada momento. El tiempo voló y cuando el sol comenzó a ponerse, su mamá le dijo:
"Es hora de irnos, Valentina. ¿Tienes todo?"
Valentina comenzó a buscar en su mochila. ¡Oh, no! Se dio cuenta de que no había visto a Tobi en todo el rato.
"¡Mamá! ¡No puedo encontrar a Tobi!" - exclamó con una mezcla de preocupación y tristeza.
"Tranquila, amor. Vamos a buscarlo. ¿Dónde lo viste por última vez?" - dijo su mamá, observando la inquietud de Valentina.
Valentina se acordó que le había dejado a Tobi al lado del banco mientras jugaba al fútbol con otros niños. Ambas regresaron rápidamente, pero al llegar al banco, ¡Tobi ya no estaba!"¿Y si otro niño lo tomó?" - pensó Valentina, mordiéndose el labio.
Entonces una niña pequeña se acercó a ellas. Tenía el cabello rizado y una gran sonrisa.
"¿Estás buscando esto?" - dijo, levantando un oso de peluche que Valentina reconoció al instante.
"¡Tobi!" - gritó Valentina con alegría, corriendo hacia la niña.
"Lo encontré en el tobogán. Me gustó mucho, pero creo que te pertenece a vos, él tiene tu nombre en el bolsillo" - respondió la niña.
"¡Gracias! Eres muy amable" - dijo Valentina mientras abrazaba a Tobi con todas sus fuerzas.
"Soy Clara, ¿quieres jugar un poco más?" - propuso la nueva amiga.
"Claro, pero tengo que decirle a mi mamá primero." - respondió Valentina, sintiéndose feliz de tener una nueva compañera de juegos.
Después de pedir el permiso, Valentina y Clara pasaron un rato fantástico jugando juntas. Hicieron carreras, compartieron sus historias y, sobre todo, se rieron mucho. Al final del día, mientras Valentina regresaba a casa, se sintió emocionada no solo por haber recuperado a Tobi, sino también por haber hecho una nueva amiga.
"¡Mamá, conocí a una amiga en el parque!" - le contó Valentina a su mamá mientras caminaban de regreso a casa.
"Eso es maravilloso, Valentina. Los amigos son como los tesoros en la vida. Siempre hay algo nuevo que aprender de ellos" - dijo su mamá.
Ese día, Valentina comprendió la importancia de cuidar de sus cosas, pero también lo valioso que es compartir momentos con otros. Había aprendido que aunque de un día de juego pueden surgir preocupaciones, también pueden surgir amistades inesperadas.
Al llegar a casa, miró a Tobi y le dijo:
"Siempre serás mi mejor amigo, pero también estoy muy contenta de haber conocido a Clara." - Y con una gran sonrisa, la niña se acomodó para dormir, sabiendo que el próximo día traería nuevas aventuras y amistades.
FIN.