El oso polar en la ciudad



En una ciudad muy grande y bulliciosa, vivía un oso polar llamado Polo. Polo se sentía muy incómodo porque el calor era insoportable. Todos los días se derritía un poco más, y no entendía por qué. Un día, decidió salir a buscar una solución al problema.

Polo caminó por las calles de la ciudad, admirando los altos edificios y la gente que iba y venía sin detenerse. Al llegar a una plaza, se topó con un grupo de niños que estaban jugando y se acercó a ellos. - ¿Por qué hace tanto calor en la ciudad? - preguntó Polo con curiosidad. Los niños le explicaron que el calor se debía a la contaminación y al uso excesivo de energía.

Polo, preocupado, decidió emprender un viaje en busca de un ventilador, ya que le habían contado que este aparato podía refrescar el ambiente. Durante su travesía, conoció a otros animales de la ciudad que también sufrían por el calor. Entre ellos estaban Nora la iguana y Tito el oso hormiguero. Juntos, idearon un plan para concientizar a los habitantes de la ciudad sobre la importancia de cuidar el medioambiente.

Polo y sus amigos organizaron una gran campaña de reciclaje y ahorro de energía. Convencieron a los ciudadanos para que usaran menos aire acondicionado y más ventiladores, y para que reciclaran sus desechos. Pronto, la ciudad comenzó a refrescarse, y Polo ya no se sentía tan mal. Además, todos disfrutaban de un aire limpio y fresco. Polo comprendió que, cuidando el medioambiente, no solo estaba protegiendo su hogar en el Ártico, sino también mejorando la calidad de vida de todos los habitantes de la ciudad.

Desde ese día, Polo se convirtió en el símbolo del cuidado del medioambiente en la ciudad, y cada año organizaban una gran fiesta para celebrar el Día del Medioambiente. Ninguno de los habitantes olvidó el importante mensaje que Polo les había enseñado: cuidar el planeta es responsabilidad de todos.

Y así, Polo y sus amigos vivieron felices y frescos, sabiendo que juntos habían logrado un cambio para bien.

FIN.

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