El Oso Polar Especial

En un zoológico muy lejano, había un oso polar llamado Nieve que se sentía muy triste. A diferencia de los otros osos de colores que veía a su alrededor, él era completamente blanco.

Esto lo hacía sentirse diferente y muy solo. Pasaba sus días nadando en su piscina y observando alegremente a los visitantes, pero en su interior anhelaba tener a alguien con quien compartir sus sentimientos.

Un día, mientras jugaba con una pelota, vio algo maravilloso: un nuevo oso polar había llegado al zoológico. Se llamaba Copito y su pelaje blanco brillaba bajo el sol. Nieve no podía creerlo, ¡por fin había encontrado a alguien igual que él!"Hola, ¿cómo te llamas?" -dijo Nieve emocionado.

"Soy Copito, ¿tú eres también un oso polar?" -respondió Copito con una gran sonrisa. Desde ese momento, Nieve y Copito se convirtieron en grandes amigos. Juntos nadaban, jugaban y se contaban historias.

Nieve ya no se sentía tan diferente, ahora sabía que su singularidad era lo que lo hacía especial. Los demás animales del zoológico admiraban la amistad tan hermosa que tenían. Nieve aprendió que, a pesar de las diferencias, siempre hay alguien especial que comprenderá y apreciará lo que nos hace únicos.

Los dos osos polares pasaban sus días felices, disfrutando de su hermosa amistad.