El Oso Valiente


Había una vez un oso muy mañoso, que siempre quería estar oloroso. Se lavaba y se perfumaba sin descansar, para poderse ver hermoso en su andar. Pero el oso no solo era vanidoso, también era valeroso y talentoso.

En la selva, a los demás ayudaba, siempre con una sonrisa, nunca enfadaba. Un día, el oso encontró un libro interesante, decidió estudiar para ser más brillante. Se sentaba bajo un árbol a leer, y pronto se convirtió en todo un sabio de saber.

Con su conocimiento, el oso enseñaba a los demás, les mostraba que aprender es genial y da paz. Los animales se acercaban a escuchar sus lecciones, y juntos aprendían nuevas emociones.

El oso demostró ser amoroso y cariñoso también, con cada amigo animal que tenía alrededor de él. Les daba abrazos cálidos y palabras amables, haciendo que todos se sintieran invaluables. Un día, un problema llegó a la selva sin avisar, un incendio amenazaba con todo arrasar.

El oso valiente hizo uso de su coraje y destreza, y lideró a los animales en una gran proeza. Juntos apagaron las llamas con agua y arena, salvando así la selva entera de la pena. El oso demostró que ser valeroso es importante, pero siempre cuidando del medio ambiente.

Finalmente, el oso se dio cuenta de algo especial: que todas sus características eran vitales para serle leala sí mismo y a los demás en su comunidad, y que cada uno tiene un valor sin igualidad.

Así, el oso aprendió a reconocer sus emociones, a ser valiente, estudioso y amoroso en todas las ocasiones. Y con su ejemplo, inspiró a los demás animales de la selva, a ser auténticos, positivos y vivir una vida bella.

Y así termina esta historia llena de enseñanzas, donde el oso nos muestra sus características tan grandiosas. Aprendamos de él y seamos como él también, valerosos, hermosos, talentosos y llenos de amor siempre.

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