El Oso y el Bebé



Había una vez un oso llamado Bruno que vivía en medio de un hermoso bosque. Un día, mientras caminaba por el bosque, se encontró con algo extraño. Era un pequeño bebé humano abandonado entre las hojas.

Bruno no sabía qué hacer con el bebé, pero decidió cuidarlo y protegerlo hasta que alguien lo encontrara. El oso llevó al bebé a su cueva y lo envolvió en hojas para mantenerlo caliente.

Pasaron los días y Bruno se encariñó cada vez más con el bebé. Lo alimentaba con miel y bayas del bosque, y lo acunaba cuando lloraba. El oso estaba feliz de tener una nueva compañía en su hogar.

Un día, mientras Bruno estaba fuera buscando comida para él y el bebé, unos cazadores llegaron al bosque. Escucharon al bebé llorando desde la cueva del oso e intentaron atraparlo para venderlo como mascota.

Cuando Bruno volvió a la cueva, se dio cuenta de que algo andaba mal. Vio a los cazadores tratando de llevarse al bebé y supo que tenía que hacer algo para salvarlo. "¡Dejen al niño en paz! ¡Es mío!", gruñó Bruno mientras corría hacia ellos.

Los cazadores no esperaban que un oso gigante los atacara así que salieron corriendo dejando atrás al bebé humano. Bruno tomó al pequeño en sus brazos y lo llevó lejos de allí donde estarían seguros.

"No te preocupes pequeño amigo, nunca permitiré que nadie te lastime", dijo el oso mientras acariciaba la cabeza del bebé. Desde ese día, Bruno y el bebé se convirtieron en los mejores amigos. El oso lo cuidó y lo protegió como si fuera su propio hijo.

Los años pasaron y el bebé creció hasta convertirse en un niño fuerte e inteligente. Aprendió a hablar con Bruno y juntos exploraban el bosque todos los días.

Un día, cuando el niño ya era mayor, llegaron unos excursionistas al bosque. Se asombraron al ver al oso caminando junto a un humano. "¡Es increíble! ¿Cómo lograste domesticar a un oso?", preguntó uno de ellos.

El niño sonrió y respondió:"No es que haya domesticado a Bruno, él me encontró cuando era un bebé abandonado en el bosque. Me cuidó y me protegió durante toda mi vida". La historia de Bruno y el niño se convirtió en una leyenda en todo el bosque.

La gente aprendió que no importa cuán diferentes sean dos seres vivos, siempre pueden encontrar amor y amistad entre sí.

Y así fue como Bruno salvó la vida de un pequeño humano, le enseñó sobre la bondad y la amistad verdadera, mientras que este le enseñaba sobre la compasión hacia otras criaturas.

FIN.

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