El oso y el hombre lobo



En un oscuro bosque de la Patagonia vivía un enorme oso llamado Oski, conocido por ser el más fuerte y valiente de todos.

Un día, mientras Oski recorría su territorio, se topó con un hombre lobo llamado Lobo, que estaba causando estragos entre los animales del bosque. Oski decidió enfrentarse al hombre lobo para proteger a sus amigos animales. "¡Alto, Lobo! No permitiré que sigas asustando a los habitantes del bosque", gruñó Oski con determinación.

"No te metas en mi camino, oso. Soy el dueño de este bosque y haré lo que quiera", respondió desafiante Lobo. La pelea entre Oski y Lobo fue intensa, ambos mostraban gran fuerza y ferocidad.

Sin embargo, durante la pelea, Oski notó algo extraño en la mirada del hombre lobo, algo de tristeza y soledad. En un breve instante de tregua, Oski decidió preguntarle a Lobo sobre su actitud destructiva. "¿Por qué atacas a los demás habitantes del bosque, Lobo?", cuestionó Oski con curiosidad.

"Me siento solo y diferente, no encajo en ningún lugar. Pensé que si imponía miedo, lograría que me respetaran", confesó Lobo con tristeza. Las palabras de Lobo conmovieron a Oski, quien decidió que la pelea no era la solución.

En lugar de eso, propuso a Lobo ayudarlo a encontrar su lugar en el bosque. Juntos recorrieron cada rincón, con Oski presentándole a Lobo a los demás animales, explicándoles que todos eran bienvenidos en el bosque.

Con el tiempo, Lobo dejó de sentirse solo y encontró su lugar, convirtiéndose en un valioso protector del bosque junto a su nuevo amigo Oski.

La amistad entre el oso y el hombre lobo demostró que la comprensión y el apoyo mutuo pueden superar cualquier conflicto, creando un bosque más unido y en armonía. Y así, juntos, Oski y Lobo demostraron que pueden ser fuertes y valientes, no solo en la pelea, sino también en la amistad y el entendimiento.

FIN.

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