El oso y la búsqueda de miel
En un gran bosque ubicado en las montañas, vivía un oso muy curioso llamado Otto. Otto era un oso pardo, un poco torpe y muy goloso. Desde que era pequeño, siempre le había encantado el dulce sabor de la miel, por lo que cada día emprendía una nueva aventura en busca de este delicioso manjar.
Un día, mientras paseaba por el bosque, Otto percibió un aroma irresistible que lo llevó hasta un árbol muy alto. Él sabía que la miel que buscaba se encontraba en lo alto de ese árbol, por lo que se propuso encontrar la manera de llegar hasta allí. Sin embargo, el árbol era tan alto que le resultaba imposible alcanzar la colmena. Decidido a no darse por vencido, Otto buscó la manera de escalar el árbol, pero sus intentos fueron en vano.
- ¡Vaya, este árbol es más alto de lo que pensaba! -exclamó Otto frustrado.
Mientras reflexionaba sobre qué hacer, apareció Zafiro, un pájaro carpintero conocido por sus habilidades para construir y su espíritu amigable. Zafiro había observado a Otto desde su nido y decidió ayudarlo.
- Hola, Otto. Veo que quieres llegar hasta la colmena que está en lo alto de ese árbol. Yo puedo ayudarte, tengo unas amigas abejas que viven cerca, ¿quieres que las llame para que te ayuden? -propuso Zafiro.
Otto aceptó la ayuda de Zafiro, y pronto las abejas llegaron zumbando, cargadas con cera y miel. Juntas, las abejas y Zafiro construyeron una escalera de cera que llevaba hasta la colmena.
- ¡Lo lograste, Otto! -dijo Zafiro emocionado.
Feliz y agradecido, Otto subió la escalera y pudo disfrutar de la deliciosa miel que tanto anhelaba. Desde ese día, Otto y sus nuevos amigos se volvieron inseparables, compartiendo aventuras y aprendiendo el uno del otro.
Y aunque la vida en el bosque siempre presentaba desafíos, Otto descubrió que con un poco de ayuda y trabajo en equipo, cualquier obstáculo podía superarse.
FIN.