El pacto de la amistad



Había una vez un grupo de amigos muy divertidos y curiosos que estudiaban en quinto grado en la Escuela Primaria "Colibrí". Entre ellos estaban Sofía, Martín, Valentina, Lucas y Carolina. Eran inseparables y siempre se divertían juntos.

Un día, la maestra Laura les dijo: "Chicos, hoy vamos a hablar sobre los chismes. ¿Sabían ustedes qué son los chismes?". Los niños se miraron unos a otros con caras de confusión.

Sofía levantó la mano y preguntó: "Maestra Laura, ¿qué es un chisme?". La maestra Laura sonrió y explicó: "Un chisme es cuando alguien cuenta información sobre otra persona sin estar seguro si es verdad o no.

Los chismes pueden lastimar los sentimientos de las personas involucradas". Los ojitos de todos se abrieron como platos mientras escuchaban atentamente a la maestra Laura. Martín preguntó preocupado: "¿Pero por qué alguien haría eso? ¡Es muy malo!". La maestra Laura asintió y respondió: "Tienes razón, Martín.

A veces las personas hacen esto porque quieren sentirse superiores o porque piensan que así tendrán más amigos. Pero lo importante es aprender a no participar en los chismes y ser respetuosos con nuestros compañeros".

Carolina levantó su mano emocionada: "-¡Yo tengo una idea! Podemos hacer un pacto entre nosotros para no participar en los chismes". Todos los demás asintieron entusiasmados con la propuesta de Carolina. Así que decidieron escribir el Pacto Anti-Chismes y firmarlo todos juntos.

Desde ese día, los amigos se comprometieron a no contar ni escuchar chismes. Se dieron cuenta de que era mucho mejor hablar directamente con la persona involucrada si tenían alguna duda o problema.

Aprendieron a ser más comprensivos y amables entre ellos. Un día, Valentina llegó al salón con una cara triste y preocupada. Todos sus amigos se acercaron para preguntarle qué le había pasado.

Valentina les contó que había escuchado un rumor sobre ella: alguien decía que había hecho trampa en el examen de matemáticas. Lucas exclamó indignado: "-¡Eso es un chisme! No debemos creer todo lo que escuchamos". Sofía agregó: "-Tienes razón, Lucas. Debemos apoyar a Valentina y demostrarle que confiamos en ella".

Martín sugirió: "-Podemos ir todos juntos a hablar con la maestra Laura y contarle lo que está pasando". Así lo hicieron. Los amigos fueron al escritorio de la maestra Laura y le explicaron lo sucedido.

La maestra Laura sonrió orgullosa por el comportamiento responsable de sus alumnos. Al día siguiente, durante el recreo, Martín vio a Juanito, quien era conocido por inventar rumores. Martín se acercó valientemente y le dijo: "-Juanito, los chismes lastiman a las personas.

Deberías aprender a ser más respetuoso". Juanito bajó la cabeza avergonzado y dijo: "-Tienes razón, Martín. Me disculpo por haber dicho cosas falsas sobre Valentina".

A partir de ese momento, Juanito también se unió al Pacto Anti-Chismes y aprendió la lección. Los amigos de quinto grado demostraron que juntos podían hacer una gran diferencia. Aprendieron a ser valientes para detener los chismes y a apoyarse mutuamente en momentos difíciles.

Desde entonces, su amistad se fortaleció aún más y vivieron felices sabiendo que habían creado un ambiente de confianza y respeto en su salón de clases.

Y así, el grupo de amigos del quinto grado de la Escuela Primaria "Colibrí" enseñó a todos que los chismes no tienen lugar cuando hay amor, amistad y respeto entre las personas.

FIN.

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