El pacto del niño con la granizada


En un pequeño pueblo de la Patagonia, vivía un niño llamado Mateo, que siempre había soñado con ver la nieve. Sin embargo, en su región la nieve era una rareza, pero un día, durante el verano, una fuerte granizada cayó sobre el pueblo. Mateo, emocionado, salió corriendo a jugar con las frías bolitas de hielo, y en medio de la tormenta, hizo un pacto inusual.

- ¡Granizada, escúchame! -gritó Mateo, desafiando el viento y el frío-. Quiero verte una vez más, pero en forma de nieve.

La granizada, con su voz de trueno, le respondió: - Está bien, niño valiente. Haré tu deseo realidad, pero a cambio, tendrás que ayudar a cuidar la naturaleza y ser amable con los demás.

Mateo aceptó el trato y, al día siguiente, la granizada cesó, dejando a todos sorprendidos por la cantidad de hielo acumulado. Los días pasaron y, aunque el verano continuaba, Mateo no se olvidó de su pacto. Comenzó a plantar árboles, a recoger basura del suelo y a sonreír a cada persona que se cruzaba en su camino.

La siguiente temporada de invierno, el pueblo se sorprendió al despertar y encontrar todo cubierto de un manto blanco y brillante. La nieve había llegado de manera espectacular, y Mateo sabía en su corazón que su pacto con la granizada había dado resultado. A partir de ese momento, el niño se convirtió en un defensor de la naturaleza, inspirando a otros a cuidar el planeta y a ser amables unos con otros.

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