El país de los colores



En un lejano país, todo era de color rojo. Las casas, los árboles, los ríos, todo. La gente vivía feliz, pero un día llegó un visitante muy especial.

Se trataba de un niño llamado Mateo, quien venía de un país donde los colores eran muchos y muy variados. Mateo se maravilló al ver el nuevo lugar, pero pronto notó algo extraño. -¿Por qué todo aquí es rojo? -se preguntó.

-Porque así ha sido siempre -le respondió un niño del pueblo, llamado Lucas. Mateo decidió explorar el lugar y descubrió que, en el centro del país, había un gran volcán rojo que emanaba un polvo mágico que teñía todo a su paso. Entonces, Mateo tuvo una idea.

Visitó al anciano sabio del pueblo y le contó sobre su plan. -¿Y si traemos otros colores al país? -propuso. El anciano sabio sonrió y les dio su bendición. Así que Mateo y Lucas partieron en un viaje en busca de otros colores.

Cruzaron montañas, selvas y desiertos, hasta que finalmente encontraron un país lleno de colores brillantes. Convencieron a la gente de ese lugar para que los acompañaran de regreso al país rojo.

Y juntos, trajeron consigo una gran variedad de pinturas y tintes. Al llegar, organizaron un gran festival para celebrar la llegada de los nuevos colores. Pintaron las casas, los árboles, los ríos, y pronto el país empezó a llenarse de vida y alegría.

Desde entonces, el país de colores se convirtió en un lugar famoso, donde la diversidad y la creatividad reinaban. Y Mateo se convirtió en un héroe para todos.

FIN.

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