El país de los sueños
En un lejano país, en lo más alto de las montañas, existía un lugar mágico conocido como el País de los Sueños. En este maravilloso lugar, los sueños eran como estrellas brillantes que iluminaban el cielo nocturno, y cada niño y niña tenía la oportunidad de hacer realidad sus sueños más queridos.
Un día, llegó al País de los Sueños una niña llamada Lucía. Ella había escuchado hablar de este lugar mágico y estaba emocionada por experimentar la maravilla de hacer realidad sus sueños. Al pisar el suelo del país, fue recibida por el Rey de los Sueños, quien le explicó que cada sueño requería esfuerzo, determinación y bondad para hacerse realidad.
Lucía decidió hacer su primer sueño realidad: convertirse en una gran bailarina. Con corazón valiente, se adentró en el Bosque de la Determinación, donde se encontró con desafíos que pusieron a prueba su voluntad. Pero con perseverancia y optimismo, logró dominar cada paso de baile, con la ayuda de los simpáticos animales del bosque, quienes le brindaron su apoyo incondicional.
Finalmente, llegó el día de la Gran Gala en el Palacio de los Sueños, donde cada niño y niña mostraba sus talentos. Lucía deslumbró a todos con su gracia y habilidad para bailar, recibiendo una ovación de la audiencia. El Rey de los Sueños, con orgullo, le entregó una estrella brillante como símbolo de su logro, y le recordó que siempre debía seguir sus sueños con valentía y generosidad.
Desde ese día, Lucía se convirtió en una inspiración para los demás niños del País de los Sueños, demostrando que con esfuerzo, determinación y bondad, cualquier sueño es posible.
El País de los Sueños enseñaba a todos los pequeños que los sueños se hacen realidad cuando se los persigue con valentía y amor. Y a partir de entonces, cada niño y niña que visitaba este mágico lugar comprendía que, con esfuerzo y bondad, podían alcanzar todo aquello que anhelaban.
FIN.