El pajarito curioso
Había una vez en un frondoso árbol, un nido donde vivía una mamá pajarita con sus pequeños pajaritos. Todos eran muy curiosos, pero uno en especial, llamado Pichoncito, era el más inquieto de todos.
Un día, mientras la mamá pajarita estaba buscando comida, Pichoncito decidió asomarse al borde del nido para ver el mundo que lo rodeaba. Sin darse cuenta, resbaló y cayó al suelo. Al llegar abajo, Pichoncito sintió un dolor agudo en su alita y no podía volar.
Estaba asustado y triste, pero en ese momento, un niño que jugaba en el parque lo encontró y, con mucho cuidado, lo recogió en sus manos. "¡Mira, mamá, encontré un pajarito herido!", exclamó el niño emocionado.
La mamá del niño se acercó y vio a Pichoncito lastimado. "Pobrecito, parece que se lastimó su alita. Debemos ayudarlo", dijo la mamá con ternura.
El niño y su mamá prepararon una cajita acolchada con algodón y pusieron a Pichoncito adentro, asegurándose de que estuviera cómodo y calmado. Luego lo llevaron a un refugio de animales para que lo cuidaran. Pichoncito se sintió seguro y protegido gracias a la amable acción del niño y su mamá.
Pasaron los días y el ala de Pichoncito sanó. Los cuidadores del refugio lo alimentaron, jugaron con él y lo ayudaron a fortalecer sus alas.
Pichoncito aprendió mucho durante su tiempo en el refugio y, finalmente, llegó el día en que estaba listo para regresar al bosque. Con su ala completamente recuperada, Pichoncito voló de regreso al árbol donde su familia lo estaba esperando. Desde ese día, Pichoncito siguió siendo curioso, pero aprendió a ser más cuidadoso.
Siempre recordaba la bondad del niño y su mamá, y a menudo pensaba en cómo podía ayudar a los demás animales del bosque. Y así, Pichoncito se convirtió en un ejemplo de valentía, amabilidad y gratitud para todos en el bosque.
FIN.