El pajarito curioso y las niñas bondadosas
Había una vez en un hermoso jardín, un pajarito muy travieso y alegre que vivía con su mamá. La mamá pajarito siempre le decía: "No te alejes mucho de casa mientras yo no esté, ¡ten cuidado!".
Pero el pajarito, curioso como era, a veces se dejaba llevar por su espíritu aventurero. Un día soleado, la madre del pajarito tuvo que salir a comprar algunas semillas para alimentar a su pequeño.
Antes de irse, le repitió al pajarito: "No abandones el nido y espera aquí tranquilo". El pajarito asintió con la cabeza, pero en cuanto su mamá desapareció entre los árboles, sintió la tentación de explorar un poco más allá.
El pajarito voló emocionado por el jardín y descubrió nuevas flores y árboles que nunca había visto antes. De repente, escuchó un ruido extraño y al intentar investigarlo chocó contra una rama afilada. ¡Ay! Se lastimó el pico.
El pequeño pájaro sintió miedo y dolor. En ese momento, dos niñas que jugaban cerca lo vieron en apuros y corrieron hacia él. Una de las niñas dijo: "-¡Pobrecito! Su pico está roto. " La otra niña agregó: "-Tranquilo amiguito, vamos a ayudarte.
"Con mucho cuidado, las niñas tomaron al pajarito en sus manos y buscaron unas hojas suaves para envolverle el pico herido. El pájaro se sintió reconfortado por el cariño de aquellas niñas bondadosas.
Mientras tanto, la madre del pajarito regresaba cargada con las semillas cuando vio a su pequeño rodeado por las dos niñas. Al acercarse rápidamente exclamó: "-¡Oh mi querido hijo! ¿Qué ha pasado?" Las niñas explicaron lo ocurrido e incluso enseñaron cómo habían cuidado al pajarito.
La madre del pajarito les dio las gracias a las niñas con lágrimas en los ojos por haber ayudado a su hijo cuando ella no estaba presente.
Luego miró tiernamente a su pequeño pájaro y le dijo: "-Gracias por preocuparte por mí mientras no estuve aquí; me alegra ver que hay buenas personas dispuestas a tender una mano cuando se necesita.
"El pajarito aprendió esa tarde que aunque la curiosidad puede ser divertida, también es importante escuchar los consejos de quienes nos quieren y estar atentos para pedir ayuda si algo sale mal. Desde entonces, el travieso pájaro siempre recordaba aquel día donde encontró amistad inesperada en medio de una dificultad inesperada.
FIN.