El Pajarito Herido
Había una vez una niña llamada Estrella que tenía un peluche muy especial. Era un tigre de peluche al que había llamado Corazón, porque siempre estaba lleno de amor y ternura. Estrella y Corazón eran inseparables.
Juntos jugaban a explorar el mundo, a inventar historias fantásticas y a aprender cosas nuevas cada día. Les encantaba saltar por charcos bajo la lluvia, trepar árboles altos como si fueran monos y construir castillos de arena en la playa.
Un día, mientras Estrella y Corazón jugaban en el parque, se encontraron con un pequeño pajarito herido en el suelo. El pajarito no podía volar y parecía estar asustado.
Estrella se acercó con cuidado y lo tomó entre sus manos. "Corazón, ¿qué podemos hacer para ayudarlo?"- preguntó Estrella preocupada. El tigre de peluche pensó por un momento y luego dijo: "Creo que deberíamos llevarlo a casa para cuidarlo hasta que pueda volar nuevamente".
Estrella estuvo de acuerdo e hicieron un nido cálido y cómodo para el pajarito en una caja llena de hojas secas. Lo alimentaban con migajas de pan mojadas en agua para asegurarse de que estuviera bien alimentado.
Pasaron los días y el pajarito comenzó a recuperarse poco a poco gracias al cuidado amoroso de Estrella y Corazón. Finalmente, llegó el momento en que pudo volar nuevamente.
El pajarito dio unos cuantos saltitos dentro del nido antes de abrir sus alas y elevarse en el aire. Estrella, Corazón y el pajarito se despidieron con alegría. Estaban felices de haberlo ayudado a recuperarse y regresar a su hogar en el cielo.
Pero antes de partir, el pajarito dejó un pequeño regalo para Estrella y Corazón: una pluma brillante como recuerdo de su amistad. A partir de ese día, Estrella y Corazón siguieron jugando y explorando juntos, pero también aprendieron la importancia de ayudar a los demás.
Descubrieron que cada gesto de bondad puede hacer una gran diferencia en la vida de alguien más. Un día, mientras caminaban por el bosque, encontraron un conejito perdido.
Estaba asustado y solitario, así que decidieron llevarlo a casa para cuidarlo hasta encontrar a sus padres. Y así continuaron ayudando a animales necesitados siempre que podían.
Estrella aprendió muchas cosas valiosas junto a su peluche tigre llamado Corazón: la importancia del amor incondicional, la amistad verdadera y cómo hacer del mundo un lugar mejor con pequeños actos de bondad. Y así fue como Estrella creció rodeada de amor y compasión gracias a su fiel amigo Corazón. Juntos demostraron que no hay límites cuando se trata de jugar o ayudar a otros seres vivos.
FIN.