El pájaro risueño


En el bosque de Villa Risueña vivía un pájaro muy especial llamado Pipo. Pipo era un jilguero con un canto tan alegre y contagioso que siempre lograba sacar una sonrisa en todos los animales del bosque.

Un día, Pipo despertó y se dio cuenta de que ya no podía cantar. Sus notas alegres se habían desvanecido. Triste y preocupado, decidió emprender un viaje en busca de la razón de su misteriosa pérdida.

Por el camino, se encontró con Lila, una mariposa sabia y amable. "¿Qué te sucede, Pipo? Tu canto era la alegría de todos nosotros", le preguntó Lila. "No lo sé, de repente ya no puedo cantar", respondió Pipo con tristeza.

Lila le sugirió que visitara a Doña Cantaleta, la anciana búho que vivía en lo más profundo del bosque. Doña Cantaleta, con sus grandes ojos sabios, escuchó atentamente la historia de Pipo y le dijo: "Tu canto ha desaparecido porque has olvidado la razón por la que cantas.

Debes recordar que la música nace del corazón y busca traer alegría a quienes te rodean." Pipo reflexionó sobre las palabras de Doña Cantaleta y decidió regresar al bosque con una nueva actitud.

Al reencontrarse con sus amigos, Pipo les contó sobre su viaje y les prometió que cantaría con el corazón. Al empezar a cantar, las notas alegres volvieron a fluir, llenando el bosque de risas y alegría.

Desde ese día, Pipo entendió que su canto era una forma de compartir amor y felicidad con los demás, y nunca más volvió a perder su música. Y así, en el bosque de Villa Risueña, el pájaro risueño siguió alegrando los corazones de todos con su canto de amor y alegría.

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