El paraguas perdido


Era un día soleado y caluroso, pero de repente, comenzó a llover. Pablo y Julia estaban en el parque disfrutando del día libre de la escuela cuando se dieron cuenta de que habían perdido su paraguas.

Se pusieron muy tristes al ver que la lluvia los empapaba por completo. "¿Qué vamos a hacer ahora? ¿Cómo vamos a llegar a casa?"- preguntó Julia con preocupación.

Pablo pensó durante unos segundos y luego dijo: "Bueno, no podemos cambiar el clima, pero sí podemos cambiar nuestra actitud. Vamos a buscar refugio bajo algún árbol o techo cercano mientras pasa la lluvia. "-Así fue como empezaron a caminar por el parque, buscando algún lugar donde guarecerse de la tormenta.

De repente vieron una pequeña casita de madera cerca del lago. "¡Miren! ¡Allí hay una casita! Tal vez podamos esperar allí hasta que pare de llover"- exclamó Julia con alegría.

Pablo asintió con entusiasmo y juntos corrieron hacia la casita para resguardarse del agua. Al entrar en ella, descubrieron que había algunos juguetes y libros abandonados en una esquina. "¡Mira esto!"- dijo Pablo emocionado al tomar un libro infantil sobre animales. "Podemos leerlo mientras esperamos.

"-Julia sonrió felizmente mientras se sentaban en un rincón cómodo para leer juntos. Sin embargo, después de unos minutos leyendo, escucharon algo extraño afuera: eran unos maullidos fuertes provenientes del exterior. "¿Qué es ese ruido?"- preguntó Julia con curiosidad.

Pablo se asomó por la ventana y vio a un pequeño gato empapado bajo la lluvia, maullando desesperadamente. "¡Mira! ¡Es un gatito! Tenemos que ayudarlo. "- exclamó Pablo.

Julia estaba de acuerdo, así que salieron corriendo de la casita para rescatar al animal. Lo llevaron dentro y lo secaron con una toalla vieja que encontraron en el suelo. El gatito parecía estar muy agradecido y empezó a jugar con ellos.

Después de unos minutos jugando, se dieron cuenta de que había dejado de llover. "¡Miren! ¡Paró la lluvia!"- dijo Julia emocionada. Pablo sonrió y dijo: "Vamos a llevar al gatito a casa antes de que vuelva a llover.

"-Así fue como los tres amigos caminaron juntos hacia sus hogares, disfrutando del sol después de la tormenta. Y aunque perdieron su paraguas, encontraron algo mucho más valioso: amistad, diversión e incluso un nuevo amigo animal.

Desde entonces, siempre recordaban esa tarde como una aventura inolvidable en el parque durante una tarde lluviosa. Aprendieron que no hay problema sin solución si mantienen una actitud positiva y creativa ante los obstáculos imprevistos en su camino.

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