El parque de la amistad

En un pequeño pueblo llamado Villa Feliz vivía Nahim, una niña de ocho años con una gran pasión por la escuela.

Desde que era muy pequeña, Nahim disfrutaba cada día que pasaba aprendiendo cosas nuevas y compartiendo momentos con sus amigos en el aula. Un día, mientras Nahim caminaba hacia la escuela, se encontró con su amiga Sofía quien parecía triste. "¿Qué te pasa, Sofi?"- preguntó Nahim preocupada.

"Mi mamá dice que no puedo ir más a la escuela porque tenemos que ayudar en casa"- respondió Sofía con lágrimas en los ojos. Nahim sintió mucha tristeza al escuchar esto y decidió hacer algo al respecto.

Esa misma tarde, después de clases, fue a hablar con la directora de la escuela para contarle sobre la situación de su amiga Sofía. La directora, impresionada por la iniciativa de Nahim, decidió visitar a la familia de Sofía para hablar con ellos.

Después de una larga conversación, lograron llegar a un acuerdo para que Sofía pudiera seguir asistiendo a la escuela y también ayudar en casa sin descuidar sus estudios.

Nahim se sintió muy feliz al ver a su amiga nuevamente en el salón de clases y juntas continuaron aprendiendo y creciendo cada día. Sin embargo, un nuevo desafío se presentó cuando llegó el anuncio del concurso escolar anual donde los estudiantes debían presentar un proyecto creativo sobre cómo mejorar su comunidad.

Nahim y Sofía decidieron trabajar juntas en un proyecto para construir un parque recreativo en el pueblo donde todos los niños pudieran jugar y divertirse. Pasaron días planificando, dibujando y buscando materiales reciclados para llevar a cabo su idea.

Finalmente, llegó el día de la presentación del proyecto ante todo el pueblo y el jurado calificador. Nahim y Sofía subieron al escenario nerviosas pero emocionadas por compartir su propuesta.

Explicaron detalladamente cada parte del parque recreativo y cómo beneficiaría a toda la comunidad. El jurado quedó impresionado por la creatividad y dedicación de las dos niñas e inmediatamente anunciaron que su proyecto resultaría ganador del concurso escolar anual.

Todos aplaudieron emocionados mientras Nahim y Sofía se abrazaban felices por haber logrado algo tan importante juntas. Desde ese día, el parque recreativo se convirtió en realidad gracias al esfuerzo conjunto de toda la comunidad.

Nahim aprendió que con determinación, solidaridad y trabajo en equipo se pueden lograr grandes cosas, incluso cuando los obstáculos parecen difíciles de superar.

Y así, Nahim siguió siendo una niña apasionada por aprender en la escuela pero también descubrió que fuera del salón de clases podía hacer una diferencia positiva en su entorno gracias a su amor por ayudar a los demás.