El Parque de la Amistad y la Naturaleza

Mica y Ari eran dos amigos inseparables. Les encantaba jugar juntos en el parque y disfrutar del aire libre. Un día, decidieron ir al parque para pasar una tarde divertida.

Cuando llegaron, se encontraron con un grupo de niños que estaban jugando a la pelota. Mica y Ari se acercaron y preguntaron si podían unirse al juego. Los niños aceptaron encantados y comenzaron a jugar todos juntos.

Pero después de un rato, uno de los niños empezó a comportarse mal. Empezó a empujar a los demás y a insultarlos. Mica y Ari no sabían qué hacer, así que decidieron hablar con él.

"¿Por qué te estás comportando así? No es justo tratar mal a tus amigos", dijo Mica. "No sé... estoy enojado porque perdí el partido anterior", respondió el niño. "Comprendo que estés frustrado, pero eso no justifica tu comportamiento", dijo Ari.

Los niños escucharon atentamente lo que dijeron Mica y Ari, e incluso algunos de ellos también hablaron con su amigo para intentar calmarlo. Al final, todos lograron resolver las diferencias y volvieron a jugar felices como antes.

Después de unas horas jugando en el parque, Mica y Ari se dieron cuenta de que ya era hora de regresar a casa. Pero antes de irse, recogieron toda la basura que había en el suelo para dejar el parque limpio.

"Es importante cuidar nuestro entorno", dijo Mica mientras recogía algunas botellas vacías. "Así es", respondió Ari ayudándola. Al llegar a casa, Mica y Ari se dieron cuenta de que habían aprendido algo muy valioso: la importancia de ser amables con los demás y cuidar el medio ambiente.

Y prometieron seguir haciéndolo siempre. Desde ese día, cada vez que iban al parque, Mica y Ari jugaban felices con sus amigos y siempre recogían la basura del suelo para mantenerlo limpio.

Y así, poco a poco, fueron convirtiéndose en dos niños más sabios y responsables.