El parque de las aventuras
En un parque colorido y repleto de árboles, flores y risas, dos amigas, Milagros y Belén, jugaban alegremente. Un día, mientras exploraban, se encontraron con un mono travieso llamado Lolo, que saltaba de rama en rama.
"¡Hola, soy Lolo! ¿Quieren jugar conmigo?" les preguntó el mono, agitando sus brazos. Las niñas asintieron emocionadas y comenzaron a correr y a reír junto a su nuevo amigo. De repente, vieron a lo lejos a un elefante y una cebra.
"¡Miren, es Daniela la elefanta y Carlitos la cebra!" exclamó Milagros señalando a los animales. Los dos curiosos animales se acercaron con tranquilidad. Lolo, Milagros y Belén estaban sorprendidos.
En ese momento apareció un señor mayor con una canasta de frutas, y les ofreció una suculenta manzana. "¿Quieren compartir esta deliciosa manzana con los animales?" preguntó el señor amablemente. Las niñas no dudaron y tomaron la manzana para llevársela a los animales, que agradecidos comenzaron a comerla.
Luego, todos juntos recorrieron el parque, descubriendo nuevos rincones y aprendiendo sobre la importancia del cuidado de la naturaleza y de los animales.
Al final del día, se despidieron con tristeza, pero con la promesa de encontrarse nuevamente para seguir viviendo nuevas aventuras y cuidando juntos el medio ambiente.
FIN.