El Parque de los Sueños

Maria era una niña muy alegre y activa. Le encantaba jugar con sus juguetes, pero lo que más disfrutaba era cantar mientras los ordenaba.

Siempre ponía su música favorita y se ponía a bailar y cantar al mismo tiempo. Un día, mientras estaba cantando y bailando en su habitación, escuchó un ruido extraño que venía de afuera. Se asomó por la ventana y vio a tres niños de su edad que estaban jugando en el parque cercano.

Decidió salir de su casa para unirse a ellos. Cuando llegó al parque, los tres niños la recibieron con mucha alegría.

Pero cuando empezaron a jugar juntos, Maria se dio cuenta de que no sabía muchas de las cosas que ellos hacían. No conocía algunos juegos populares ni sabía cómo hacer algunas acrobacias. "No te preocupes", le dijo uno de los niños, "te enseñaremos todo lo que necesitas saber".

Maria se sintió un poco incómoda al principio porque no quería parecer tonta o torpe delante de sus nuevos amigos, pero pronto descubrió algo sorprendente: ¡los otros niños también tenían habilidades especiales! Uno podía dibujar increíblemente bien, otro era muy bueno haciendo malabares y el tercero tenía una memoria prodigiosa para recordar datos curiosos.

"Todos tenemos nuestros talentos", pensó Maria. A partir de ese día, Maria aprendió mucho sobre diferentes formas de divertirse gracias a sus nuevos amigos del parque. Pero nunca dejó de lado su pasión por la música y el canto.

Un día, durante una fiesta en casa de uno de los niños del parque, Maria se animó a cantar una canción que había compuesto ella misma.

Al principio estaba un poco nerviosa, pero cuando empezó a cantar, todos los demás niños quedaron maravillados. "¡Eres increíble!", le dijeron todos. Maria se sintió muy feliz y orgullosa de sí misma. Había aprendido que no tenía que compararse con los demás ni tratar de ser como ellos para ser especial.

Lo importante era seguir sus propios sueños y talentos. A partir de ese día, Maria nunca dejó de cantar mientras ordenaba sus juguetes. Pero también empezó a explorar nuevos intereses y habilidades gracias a sus amigos del parque.

Y así descubrió que la vida estaba llena de posibilidades emocionantes si uno está dispuesto a probar cosas nuevas y confiar en sí mismo.