El partido de la sabana



Había una vez dos leones llamados Simba y Nala que les encantaba correr carreras por la sabana africana. Un día, mientras estaban corriendo, se encontraron con dos comadrejas llamadas Tita y Lila que jugaban al hokey sobre césped.

- Hola, ¿qué están haciendo? -preguntó Simba curioso. - Estamos jugando al hokey sobre césped. ¿Quieren jugar con nosotras? -respondió Tita emocionada. - ¡Sí! Nos encantaría -dijo Nala entusiasmada. Y así fue como los cuatro amigos comenzaron a jugar juntos.

Al principio fue un poco difícil porque cada uno estaba acostumbrado a su propio deporte, pero poco a poco fueron aprendiendo las reglas del futbol y cómo trabajar en equipo para ganar el partido.

Durante el partido, Simba y Nala demostraron su velocidad y fuerza mientras que Tita y Lila mostraron su habilidad para manejar la pelota con destreza. Juntos lograron anotar varios goles y divertirse mucho en el proceso.

Sin embargo, cuando faltaba solo un minuto para terminar el partido, algo inesperado sucedió. Una manada de hienas apareció en escena e intentó robar la pelota para arruinar el juego de los amigos.

Pero en lugar de rendirse ante las hienas, Simba, Nala, Tita y Lila trabajaron juntos como un verdadero equipo para proteger la pelota y seguir jugando hasta que sonara el silbato final. Al final del partido todos se abrazaron felices por haber pasado un buen rato juntos sin importar sus diferencias.

Y así, Simba y Nala aprendieron que a veces es bueno salir de su zona de confort y probar cosas nuevas con amigos diferentes.

Desde ese día en adelante, los cuatro amigos continuaron jugando al futbol juntos cada vez que se encontraban en la sabana africana. Y aunque nunca más tuvieron que enfrentarse a hienas malintencionadas, siempre recordaron el valor del trabajo en equipo y la amistad verdadera.

FIN.

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