El partido de los campeones


Había una vez en un hermoso barrio de Buenos Aires, un día soleado y tranquilo. En ese barrio vivía Maradona, el famoso futbolista argentino, en una casa grande y lujosa.

Un día, mientras Maradona jugaba en su jardín con su pelota de fútbol, vio a lo lejos a alguien que se acercaba. Era Pelé, el legendario jugador brasileño. Maradona se sorprendió al ver a Pelé caminando hacia él.

Se acercó con curiosidad para saludarlo y le preguntó: - ¡Hola Pelé! ¿Qué te trae por aquí? Pelé sonrió amablemente y respondió:- ¡Hola Diego! He venido a visitarte porque he escuchado tanto sobre tu talento en el fútbol que quería conocerte personalmente.

Maradona se sintió halagado por las palabras de Pelé y lo invitó a entrar a su casa. Una vez dentro, comenzaron a charlar sobre sus experiencias en el fútbol y compartieron anécdotas divertidas de sus carreras.

De repente, mientras conversaban animadamente, escucharon un ruido proveniente del jardín. Salieron corriendo para ver qué pasaba y descubrieron que unos niños estaban tratando de robar la pelota de fútbol que Maradona había dejado afuera. Maradona gritó:- ¡Hey chicos! ¿Qué están haciendo? Esa es mi pelota.

Los niños se detuvieron sorprendidos al reconocer a Maradona y Pelé frente a ellos. Uno de los niños dijo tímidamente:- Lo siento señor Maradona, solo queríamos jugar un poco.

Pelé se acercó a los niños con una sonrisa y les dijo:- No hay problema chicos. Pero recuerden siempre pedir permiso antes de tomar algo que no les pertenece. Los niños asintieron avergonzados y devolvieron la pelota. Maradona les propuso jugar juntos un partido amistoso en el jardín.

Los niños emocionados aceptaron la propuesta y formaron dos equipos: uno liderado por Maradona y otro por Pelé. El partido fue emocionante, lleno de habilidades impresionantes por parte de todos los jugadores.

Al finalizar el juego, los niños estaban felices y agradecidos por la oportunidad de haber jugado con dos leyendas del fútbol como Maradona y Pelé. Maradona miró a Pelé con gratitud y le dijo:- Gracias por venir hoy amigo. Ha sido un honor tenerte en mi casa.

Pelé respondió sinceramente:- El honor ha sido mío Diego. Ha sido maravilloso compartir este momento contigo y estos increíbles niños.

Así, entre risas y buenos momentos, terminó aquel día inolvidable en la casa de Maradona donde dos grandes figuras del fútbol demostraron que más allá de la competencia deportiva existía la amistad y el compañerismo que inspiraban e educaban también fuera del campo de juego.

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