El paseo de Sara y su madre



Sara y mamá May salieron temprano en la mañana a juntar flores en bicicleta. El sol brillaba y el viento soplaba suavemente, lo que hacía que el viaje fuera muy agradable.

Mamá May le explicó a Sara cómo identificar diferentes tipos de flores y plantas mientras pedaleaban por el campo. De repente, se encontraron con un montón de coloridas mariposas que revoloteaban alrededor de ellas. - ¡Mira, mamá! ¡Hay tantas mariposas! -exclamó Sara emocionada-.

¿Podemos detenernos para verlas más de cerca? - Claro, hija. Vamos a aparcar las bicicletas aquí y acercarnos con cuidado para no asustarlas -respondió mamá May. Las dos caminaron lentamente hacia las mariposas, tratando de no hacer ruido.

Se quedaron allí observándolas durante un buen rato hasta que una mariposa se posó en la mano de Sara. - ¡Oh! Es tan hermosa -dijo ella sonriendo mientras miraba su mano-.

Mamá, ¿sabías que las mariposas son importantes para nuestra naturaleza? - Sí, hija. Las mariposas polinizan muchas plantas y flores importantes para nuestro ecosistema -respondió mamá May-. Sin ellas, muchas especies vegetales desaparecerían. Sara estaba fascinada con lo que había aprendido sobre las mariposas.

Decidieron seguir adelante con su paseo en bicicleta pero continuaron viendo más mariposas por el camino. De repente escucharon un ruido extraño detrás de ellas. - ¿Qué es ese ruido, mamá? -preguntó Sara preocupada.

Mamá May miró hacia atrás y vio que una de las bicicletas tenía una llanta pinchada. Decidieron detenerse para arreglarla pero no tenían herramientas adecuadas para hacerlo. - No te preocupes, hija.

Vamos a pedir ayuda en la granja que está cerca de aquí -dijo mamá May tranquilizando a su hija. Caminaron juntas hacia la granja y encontraron al dueño allí mismo. Él les ayudó con la reparación de la bicicleta y mientras tanto Sara le contó sobre las mariposas que habían visto en el camino.

El dueño les explicó cómo cuidaba su granja, incluyendo el cultivo de plantas importantes para las mariposas. Les mostró un jardín lleno de flores hermosas donde las mariposas podían alimentarse y vivir cómodamente.

Sara estaba muy contenta al ver que había personas como el dueño de la granja que se preocupaban por preservar el medio ambiente y proteger a los seres vivos que lo habitaban.

Aprendió mucho durante ese día sobre las maravillas del mundo natural y cómo todos podemos contribuir a cuidarlo mejor. Finalmente, Sara y mamá May regresaron a casa después de un largo paseo en bicicleta lleno de aventuras e inspiración para cuidar nuestro planeta Tierra.

FIN.

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