El Paseo del Amor



Había una vez en un pequeño pueblo cerca de las montañas, un joven llamado Martín que estaba profundamente enamorado de su novia, la hermosa Lucía.

Un día, Martín decidió sorprender a Lucía llevándola a dar un paseo en su carro por los campos llenos de flores silvestres. "¡Lucía, cierra los ojos y déjate llevar por el aroma de las flores!", dijo Martín con entusiasmo. Lucía sonrió y obedeció, disfrutando del dulce perfume que inundaba el aire.

De repente, sintieron un sacudón y escucharon un ruido extraño proveniente del motor del carro. Al detenerse para revisar lo que ocurría, descubrieron una mancha de aceite en el suelo.

"¡Oh no! Parece que se rompió algo en el carro", exclamó Martín preocupado. Decidieron caminar hasta encontrar ayuda y dejaron una huella de amor marcada en el camino. Llegaron a una casa abandonada donde vieron una ventana rota y decidieron entrar con cuidado.

Encontraron sombras proyectadas por los rayos del sol entre cristales rotos y rocas dispersas por el suelo. De repente, escucharon un aullido a lo lejos que los hizo estremecer.

Martín tomó una cuerda que encontró en el suelo como arma improvisada para proteger a Lucía mientras salían corriendo hacia la puerta. Al abrirla, se encontraron con un desastre afuera: la Luna brillaba sobre ellos mientras las estrellas parecían susurrarles secretos al oído.

En medio de aquel escenario misterioso, Martín tomó valentía y dio rienda suelta a sus sentimientos:"Lucía, te amo más allá de cualquier adversidad.

¡Déjame darte un beso bajo la luz de la Luna!"Y así fue como sellaron su amor con un tierno beso mientras Lucía dejaba una marca de labial en la mejilla de Martín. Para recordar ese momento especial, Martín le regaló a Lucía un collar con una estrella brillante como símbolo de su amor eterno.

Al mirar hacia atrás antes de partir, notaron unas pistas extrañas que indicaban que alguien más había estado allí recientemente. Sin pensarlo dos veces, emprendieron una persecución llena de peligros y emociones hasta llegar al bosque cercano.

En medio del bosque oscuro, escucharon gritos desgarradores seguidos por el ruido de autos acelerando sin control. Corrieron hacia donde provenían los sonidos y encontraron a unos heridos que necesitaban ayuda urgente. Sin dudarlo ni un segundo, ofrecieron auxilio y consuelo a quienes lo necesitaban.

Finalmente lograron salir sanos y salvos del bosque gracias a su valentía y trabajo en equipo. Al regresar al pueblo al amanecer vieron una botella destapada junto al camino con un mensaje dentro: "El verdadero tesoro está en ayudar al prójimo".

Martín y Lucía entendieron entonces que juntos podían superar cualquier obstáculo si se apoyaban mutuamente con amor sincero e incondicional. Desde ese día se convirtieron en héroes anónimos dispuestos siempre a tenderles la mano a quienes lo necesitaran.

Y colorín colorado este cuento ha terminado pero nuestra historia apenas comienza...

FIN.

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