El pastelito de Lord Vader
Había una vez, en una galaxia muy, muy lejana, un poderoso señor del lado oscuro llamado Lord Vader. Un día, decidió ir al supermercado para comprar provisiones para su ejército imperial.
Lord Vader caminaba por los pasillos del supermercado con su capa negra ondeando detrás de él. Mientras recogía los productos que necesitaba, se encontró con un grupo de niños que estaban comprando golosinas. - Hola niños -dijo Lord Vader-.
¿Qué están haciendo aquí? - Estamos comprando golosinas para la fiesta de cumpleaños de nuestro amigo -respondió uno de los niños. - ¡Ah! Una fiesta de cumpleaños. Me encantan las fiestas -dijo Lord Vader con una sonrisa bajo su máscara-.
Pero no puedo quedarme mucho tiempo. Tengo que terminar mis compras. Y así siguió Lord Vader por el supermercado hasta que llegó a la sección de lácteos. Miró a su alrededor y se dio cuenta de algo terrible: había olvidado comprar la leche.
- Oh no -se lamentó Lord Vader-. Olvidé la leche para mi té nocturno. Pero entonces recordó a los niños y su fiesta de cumpleaños.
Se detuvo y pensó durante unos momentos antes de tomar una decisión: debía hacer algo bueno por ellos. Así que buscó entre las golosinas hasta encontrar un pastelito decorado con rayas blancas y negras como su traje.
Compró el pastelito y volvió a buscar a los niños en el otro extremo del supermercado. - Niños -dijo Lord Vader con una reverencia-. Me gustaría hacerles un regalo por la fiesta de cumpleaños de su amigo. Los niños lo miraron con asombro.
¿Un señor del lado oscuro haciendo un regalo? Era algo inesperado. - Aquí tienen -dijo Lord Vader, entregándoles el pastelito-. Espero que les guste. - ¡Gracias! -exclamaron los niños al unísono, sorprendidos y felices al mismo tiempo.
Lord Vader se despidió de ellos y siguió su camino hacia la salida del supermercado. Pero cuando estaba a punto de salir, pensó en la leche que necesitaba para su té nocturno. Entonces decidió volver sobre sus pasos para buscarla.
Finalmente encontró la leche y salió del supermercado con una sonrisa debajo de su máscara. Había hecho algo bueno por los demás y eso lo hizo sentir bien consigo mismo.
Desde ese día, Lord Vader aprendió que hacer cosas buenas para los demás era tan importante como cumplir sus propias necesidades. Y así se convirtió en un líder más sabio y compasivo para su ejército imperial. Y así termina nuestra historia, queridos amigos.
Recuerden siempre ser amables y generosos con los demás, incluso si eres un poderoso señor del lado oscuro como Lord Vader.
FIN.