El Patito Feo en el Lago



Había una vez, en un hermoso lago rodeado de verdes praderas, un patito que se sentía diferente. Desde que nació, sus hermanos siempre lo llamaban "patito feo" porque no se parecía a ellos. Mientras sus hermanos tenían plumas amarillas y brillantes, él tenía un plumón gris y desaliñado. Lo conocían como Patito Gris.

Un día, mientras nadaban en el lago, Patito Gris se alejó de su familia y se aventuró a explorar. El sol brillaba en el agua, y a medida que se alejaba, se encontró con una gran variedad de animales que habitaban las orillas del lago.

Primero, vio a un grupo de patos que se divertían chapoteando.

"Hola, soy Patito Gris. ¿Puedo jugar con ustedes?" - pidió él emocionado.

"Pero, ¿por qué tienes ese plumón tan feo?" - le respondió uno de los patitos.

Patito Gris se sintió triste y se alejó, pensando que nunca encajaría.

Siguió nadando y llegó a una orilla donde vio a una familia de cisnes. Eran elegantes y altivos, y sus plumas eran blancas como la nieve. Patito Gris, cautivado, les dijo:

"¡Hola! Me llamo Patito Gris. ¿Puedo quedarme con ustedes?"

Uno de los cisnes, con una voz suave, respondió:

"Claro, pero debes ser amable y respetuoso. Y recuerda, no importa cómo te veas por fuera, sino cómo eres por dentro."

Patito Gris sonrió y sintió un brillo de esperanza.

Pasaron los días y Patito Gris aprendió a nadar elegante y a ser servicial. Se encargaba de ayudar a los más pequeños a salir del agua y siempre estaba dispuesto a escuchar a sus nuevos amigos. Su bondad comenzó a hacerse evidente y los cisnes lo aceptaron como parte de su familia.

Un día, ocurrió algo inesperado. Mientras nadaban, una tormenta comenzó a formarse en el cielo.

"¡Rápido, todos al refugio!" - gritó uno de los cisnes.

Patito Gris, recordando sus días tristes, se armó de valor.

"¡Yo puedo ayudar!" - dijo, inmediatamente organizando a los demás.

Los cisnes, sorprendidos, lo miraron y le dieron la oportunidad de guiar a los más pequeños a un lugar seguro.

"Eres valiente, Patito Gris. Nos has hecho sentir seguros." - dijo la madre cisne, admirando su determinación.

Después de la tormenta, los animales del lago se reunieron para agradecerle.

"Gracias por tu valentía. Nunca pensamos que el patito feo pudiera ser tan grande en el corazón." - le dijeron.

A partir de ese día, Patito Gris ya no se sentía diferente. Entendió que todos tienen algo único que ofrecer, independientemente de su apariencia. Con el tiempo, sus plumas comenzaron a cambiar. De pronto, se dio cuenta de que estaba creciendo y que esas plumas excepcionalmente grises se transformaban en hermosos tonos de blanco.

"¡Espera! Estoy... cambiando" - gritó Patito Gris, lleno de asombro. Los cisnes se reunieron alrededor de él emocionados.

"Te ves hermoso, amigo" - dijeron. En poco tiempo, Patito Gris se dio cuenta de que se había convertido en un hermoso cisne.

Así, el pato que una vez fue llamado —"feo"  aprendió que la personalidad brilla más que la apariencia. Y, por supuesto, siempre será el mejor amigo de sus hermanos, quienes ahora lo miraban con admiración. Todos juntos disfrutaron del lago, agradecidos por cada instante de amistad.

La diversidad es lo que nos hace especiales y cada uno de nosotros tiene un lugar en este mundo, sólo hay que ser valiente y creer en uno mismo. Como decía siempre la madre cisne:

"La verdadera belleza está en ser quien sos."

FIN.

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