El patito valiente en busca del abrigo perdido




Había una vez un patito llamado Pablito que vivía en un hermoso estanque rodeado de altos árboles y coloridas flores. El otoño había llegado y con él, las heladas que enfriaban el agua y el aire.

Pablito, a diferencia de sus amigos patos, no tenía un plumaje tan abrigado y suave, por lo que sentía mucho frío. "¡Ay, no puedo resistir estas heladas!", se quejaba Pablito. Sus amigos, preocupados, intentaban reconfortarlo, pero el frío era implacable.

Decidido a encontrar una solución, Pablito emprendió un viaje en busca de un abrigo que lo protegiera del frío. En su travesía, conoció a la señora Ardilla, quien lo ayudó a tejer una bufanda caliente.

"Con esto no tendrás frío, Pablito", le dijo la señora Ardilla con una sonrisa. Pero la bufanda no era suficiente para abrigar por completo a Pablito. Siguiendo su camino, se topó con Don Ratón, quien le construyó un pequeño suéter con retazos de tela.

"Con este suéter estarás más abrigado, querido Pablito", le aseguró Don Ratón. Agradecido, Pablito continuó su búsqueda. Finalmente, llegó al hogar de la señora Tortuga, quien le regaló una capa hecha de hojas y ramas.

"Esta capa te protegerá del frío, pequeño Pablito", le dijo la señora Tortuga con cariño. Con la bufanda, el suéter y la capa puestos, Pablito se sintió abrigado y feliz. Agradeció a sus amigos por la ayuda y regresó al estanque, donde todos lo recibieron con alegría.

Desde ese día, Pablito aprendió que, con la ayuda de los demás, siempre podía superar cualquier desafío, por más frío que fuera. Y así, disfrutó de un cálido otoño junto a sus adorables amigos patos.

FIN.

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