El patito y el conejo

En una hermosa pradera, vivían un patito llamado Pablito y un conejo llamado Ramón. Pablito era un patito muy curioso que siempre estaba buscando aventuras, mientras que Ramón era un conejo sabio y tranquilo. Un día, Pablito decidió explorar el bosque por su cuenta, a pesar de las advertencias de Ramón.

Pablito se adentró en el bosque y pronto se perdió. Asustado y confundido, comenzó a llorar. En ese momento, Ramón apareció y le preguntó qué le sucedía. "Me perdí, Ramón, no sé cómo volver a casa", sollozó Pablito. Ramón le ofreció su ayuda y juntos emprendieron el regreso. En el camino, Ramón enseñó a Pablito a reconocer las estrellas para encontrar el camino a casa.

Finalmente, llegaron sanos y salvos a la pradera. Pablito abrazó a Ramón y le agradeció por su valiosa lección. A partir de ese día, Pablito comprendió la importancia de escuchar los consejos de los mayores y no aventurarse solo en situaciones peligrosas. Ramón, por su parte, se sintió feliz de haber podido ayudar a su amigo.

Desde entonces, Pablito y Ramón se convirtieron en inseparables. Pablito aprendió a ser más cauto y Ramón se llenó de alegría con la energía y curiosidad de Pablito. Juntos, vivieron muchas aventuras en la pradera, siempre cuidándose mutuamente y recordando la importancia de la amistad y el trabajo en equipo.