El Pato, el Osito y la Amiga Sorpresa
Era un hermoso día en el bosque, con el sol brillando y los pájaros cantando. Un pato llamado Patito y un osito llamado Osito paseaban felices por el camino. Pero, mientras exploraban, se dieron cuenta de que se habían perdido.
"Oh no, Osito, ¿qué vamos a hacer ahora?" - exclamó Patito, inquieto.
"No te preocupes, Patito. Podríamos hacer un picnic para calmarnos un poco y pensar en cómo regresar a casa" - sugirió Osito, aliviado por la idea.
Con esta idea en mente, se pusieron a buscar un lugar bonito. Encontraron un claro rodeado de flores y árboles, un sitio perfecto para disfrutar de un picnic. Sacaron su comida: semillas de girasol y dulces de miel.
"Mmm, qué rico!" - dijo Osito, mientras saboreaba su dulce.
Mientras disfrutaban de su comida, el cielo comenzó a nublarse y no pasó mucho tiempo antes de que la lluvia empezara a caer.
"¡Oh no, la lluvia!" - gritó Patito, tratando de cubrirse con sus alas.
"Vamos a buscar refugio, rápido!" - le dijo Osito, asustado.
Corrieron en dirección a un árbol grande y frondoso, donde la lluvia no los mojaría tanto. Allí se sintieron a salvo, pero también un poco inseguros porque no sabían cuándo podría cesar la lluvia.
De repente, una suave voz les llamó desde detrás del árbol.
"Hola, amigos! No se asusten, soy Serpentina, la serpiente del bosque. ¿Por qué están tan mojaditos?" - dijo una serpiente de colores brillantes.
Patito y Osito se miraron con curiosidad, pero también un poco de miedo.
"Nos perdimos y ahora estamos esperando que pare de llover," - respondió Osito, temeroso pero educado.
"Nos alegra conocerte, Serpentina, pero no sabemos si podemos confiar en una serpiente..." - añadió Patito, dudativo.
Serpentina sonrió, intentando parecer lo más amigable posible.
"Entiendo su preocupación, pero soy amiga de todos los animales del bosque. Sé cómo volver a sus casas. ¿Les gustaría que los ayudara?" - ofreció con amabilidad.
Los dos amigos se miraron, y aunque al principio tenían dudas, pensaron en la generosidad de la serpiente.
"Está bien, te agradecemos por la oferta!" - dijo Osito, decidido.
Después de un rato, la lluvia empezó a cesar. Patito, Osito y Serpentina salieron de su refugio y comenzaron a caminar por el bosque. La serpiente los guió por sendas secretas y atajos entre la vegetación.
"¿Sabían que en el bosque hay muchos pequeños caminos que casi nadie conoce?" - les contó Serpentina mientras avanzaban.
"¡Es increíble!" - dijo Patito, fascinado.
Cuando se acercaban a la casa de Osito, él sintió una mezcla de felicidad y tristeza. Había aprendido tanto de Serpentina en muy poco tiempo.
"Gracias por todo, Serpentina. Nunca pensé que una serpiente pudiera ser tan buena amiga" - le dijo Osito, sonriendo.
"Y gracias a vos por confiar en mí, Osito" - respondió Serpentina, agitándole su cola amistosamente.
Antes de separarse, Patito dijo:
"Tal vez deberíamos tener un nuevo picnic alguna vez, ¿no? ¡Podemos invitar a Serpentina!"
Y así, con el sol brillando nuevamente y muchos nuevos planes por delante, Patito, Osito y Serpentina formaron una hermosa amistad que los acompañaría en sus futuras aventuras.
Desde ese día, el pato, el osito y la serpiente se hicieron inseparables, dándose cuenta de que las diferencias no importan si hay bondad y amistad de por medio. Y así, nunca más se sintieron perdidos, porque siempre tendrían a sus amigos para guiarlos.
FIN.