El pato mi mejor amigo


Había una vez en un pequeño pueblo, un niño llamado Matías quien, un día, se encontró con un patito cerca de un lago. El patito estaba solo y parecía asustado, así que Matías decidió llevárselo a casa.

Al principio, sus padres dudaron de tener un pato como mascota, pero finalmente accedieron. Matías y el patito se volvieron inseparables. Pasaban los días juntos explorando el pueblo y jugando en el jardín. "¡Eres mi mejor amigo, patito!" decía Matías con una sonrisa.

El patito, aunque no podía hablar, le respondía con graznidos alegres. Un día, el patito desapareció. Matías lo buscó por todas partes, pero no lo encontraba. Desesperado, decidió pedir ayuda a sus amigos del pueblo. Juntos, recorrieron cada rincón.

Finalmente, escucharon un suave graznido que venía de un estanque. Había un grupo de patos, ¡y en medio de ellos estaba su patito! Matías corrió hacia él, y el patito, al verlo, se acercó nadando.

Matías entendió que su amigo pertenecía a la naturaleza y que debía dejarlo en libertad. Aunque le doliera, sabía que era lo mejor para su patito. Con lágrimas en los ojos, Matías se despidió de él.

El patito, antes de unirse a los demás, graznó alegremente como agradeciendo a su amigo. A partir de ese día, Matías visitaba el estanque regularmente y veía a su amigo feliz con su nueva familia.

Aprendió que el amor a veces significa dejar ir a quienes amamos para que sean libres y felices. Y, aunque ya no estuvieran juntos, Matías guardaba en su corazón el recuerdo de su amigo patito para siempre.

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