El Peluche de la Amistad


Había una vez en un hermoso pueblo llamado Villa Feliz, dos amigas inseparables llamadas Sofía y Valentina. Ellas compartían todo, desde sus meriendas hasta sus secretos más profundos. Sin embargo, un día algo inesperado sucedió.

Todo comenzó cuando ambas niñas vieron en la juguetería del pueblo un peluche de unicornio mágico que les encantó a ambas por igual.

Sofía lo tomó primero entre sus manos y exclamó emocionada: "¡Qué lindo es este peluche! ¡Lo quiero para mí!" Pero Valentina también lo quería y dijo: "¡Pero si yo lo vi primero! Es justo que sea mío". La discusión comenzó a intensificarse hasta convertirse en una pelea por el peluche.

Sofía tironeaba de un extremo mientras Valentina hacía lo mismo del otro lado. La situación se volvía cada vez más tensa y triste, ya que la amistad parecía estar en juego. En ese momento, apareció en escena la señora Rosa, la dueña de la juguetería.

Ella notó la pelea entre las dos niñas y decidió intervenir para solucionar el conflicto.

Con voz amable les dijo: "¿Por qué no intentan encontrar una solución juntas en lugar de pelearse? Recuerden que la amistad es el tesoro más valioso que pueden tener". Sofía y Valentina se detuvieron al escuchar las palabras sabias de la señora Rosa. Se miraron una a la otra con cierta vergüenza por haber llegado a pelearse por un simple peluche.

Entonces, Valentina propuso compartirlo: "Podemos turnarnos para jugar con él cada semana. Así las dos podremos disfrutarlo". Sofía asintió emocionada ante esta propuesta tan generosa.

Ambas niñas aprendieron una gran lección aquel día: que los verdaderos amigos saben resolver sus diferencias sin recurrir a peleas ni discusiones innecesarias. Descubrieron que compartir y ser solidarios era mucho más gratificante que ganar algo material.

Desde entonces, Sofía y Valentina cuidaron juntas al peluche de unicornio como símbolo de su amistad eterna e indestructible. Y cada vez que veían el peluche sonreían recordando aquella anécdota que las había hecho crecer como personas y fortalecer su vínculo de amistad.

Así termina nuestra historia sobre cómo dos niñas superaron una disputa gracias a aprender a compartir y valorar su amistad por sobre todas las cosas.

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