El pequeño caballito de mar rebelde
En las aguas cristalinas de la costa argentina, vivía un pequeño caballito de mar llamado Mateo. A diferencia de los demás caballitos de mar, Mateo no le gustaba quedarse quieto aferrado a las algas.
Él soñaba con explorar el océano y descubrir lugares nuevos. Un día, mientras sus amigos jugaban al escondite entre las plantas marinas, Mateo decidió nadar más allá de la barrera de coral. "¡Esperenme, voy a ver qué hay más allá!" gritó Mateo.
Sus amigos lo observaron con preocupación, sabían que no era seguro aventurarse en aguas desconocidas. Pero Mateo, con su espíritu rebelde, siguió adelante sin mirar atrás. Pronto se encontró con criaturas marinas jamás vistas, peces de colores brillantes y corales exóticos.
Sin embargo, al alejarse tanto de su hogar, Mateo se perdió en el océano. Asustado y arrepentido, nadó en círculos tratando de encontrar su camino de regreso.
Entonces, una tortuga anciana llamada Donatella se acercó a él con sabias palabras: "Pequeño Mateo, sé valiente y sigue nadando hacia la luz del sol, allí encontrarás el camino a casa." Inspirado por las palabras de la sabia tortuga, Mateo siguió nadando y finalmente divisó la luz brillante que se filtraba desde la superficie.
Con todas sus fuerzas, nadó hacia arriba y emergió en la superficie, justo en el lugar donde había comenzado su aventura.
Sus amigos lo recibieron con alegría y desde ese día, Mateo aprendió que la verdadera aventura no está en alejarse de casa, sino en descubrir la belleza de lo que tienes cerca.
Aunque su espíritu seguía siendo tan rebelde como siempre, ahora entendía que hay un tiempo y lugar para cada cosa, y siempre estaría la curiosidad y la valentía de explorar nuevos horizontes.
FIN.