El pequeño dragón valiente
Había una vez un mundo mágico lleno de dragones. Estos seres voladores eran los guardianes del reino y protegían a todos los habitantes, desde las hadas hasta los elfos.
En este mundo, había un pequeño dragón llamado Aiden que siempre soñaba con ser el mejor guardián de todos. Pero su tamaño lo hacía sentir inseguro y débil en comparación con sus hermanos más grandes y fuertes.
Un día, mientras Aiden estaba volando por el bosque, escuchó un grito desesperado. Al acercarse, vio a una familia de conejos siendo atacada por un zorro malvado. Sin pensarlo dos veces, Aiden se lanzó al ataque y luchó valientemente contra el zorro para salvar a la familia de conejos.
Al ver su valentía, los demás dragones comenzaron a reconocer las habilidades únicas de Aiden y lo aceptaron como uno más del grupo. Juntos trabajaron para proteger al reino y demostrar que la fuerza no siempre es lo más importante.
-¡Aiden! No te preocupes por tu tamaño, tienes otras habilidades que son igualmente importantes -dijo el líder de los dragones mientras le daba unas palmaditas en la cabeza-. Todos somos diferentes y eso es lo que nos hace especiales.
-Gracias -respondió Aiden con una sonrisa-. Ahora sé que puedo hacer una gran diferencia aunque sea pequeño. Desde ese día en adelante, Aiden se convirtió en uno de los mejores guardianes del reino gracias a su valentía e inteligencia.
Y así aprendió que no importa cuán grande o pequeño seas; lo importante es tener el corazón en el lugar correcto y trabajar duro para lograr tus sueños.
FIN.