El pequeño escritor y su gran aventura en Word



En un pequeño barrio de Buenos Aires, vivía una chica llamada Sofía, una niña curiosa de diez años que soñaba con ser escritora. Un día, mientras ayudaba a su mamá a organizar unas cosas en la computadora, se encontró con un programa que nunca había visto antes: Word Office 2019.

"¿Qué es esto?", se preguntó Sofía, mirando la pantalla con asombro.

Decidida a aprender a utilizar el programa, Sofía preguntó a su mamá:

"¿Mamá, me podés enseñar a usar Word? Quiero escribir historias".

Su madre sonrió y le respondió:

"Claro que sí, Sofía. Vamos a empezar por lo básico".

Así fue como Sofía comenzó su aventura. Cada tarde, después de hacer sus tareas, se sentaba frente a la computadora con su mamá y aprendía a escribir, dar formato a su texto y agregar imágenes. Poco a poco, Sofía se fue sintiendo más segura y comenzó a escribir pequeñas historias de fantasía.

Un día, su mejor amigo Tomás vino a visitarla.

"¿Qué estás haciendo?", le preguntó, intrigado.

"Estoy escribiendo una historia sobre un dragón que come helados", respondió Sofía, emocionada.

"¡Súper! ¿Me dejás leerla?".

Sofía le mostró su cuento. Mientras Tomás leía, su expresión se iluminó.

"Es genial, Sofía. ¿Por qué no lo compartís en la clase?".

Sofía se sintió un poco nerviosa.

"No sé… ¿y si a nadie le gusta?".

Tomás le dijo:

"A todos les gusta lo que escribís. Solo tenés que creer en vos misma".

Con el ánimo de su amigo, Sofía decidió presentar su historia en la clase siguiente. A pesar de sus nervios, cuando llegó el día, leyó con voz firme y los compañeros de clase la aplaudieron.

"¡Felicidades, Sofía!", gritó una de sus amigas.

Después de esa experiencia, Sofía empezó a escribir más historias, desafiándose a sí misma. Con cada documento que creaba, su confianza crecía. Un día, su maestra de lengua le dijo:

"Sofía, tengo una idea: ¿por qué no organizamos un concurso de cuentos en la escuela?".

Sofía no podía creer lo que escuchaba.

"¿Yo puedo participar?".

"Por supuesto. Además, podrías usar Word para dar formato a tu historia y hacerla aún más especial".

Con la ayuda de su mamá, Sofía se preparó para el concurso. Aprendió a utilizar tablas, imágenes y estilos de texto. Cada noche trabajaba en su cuento, llenándolo de magia. Finalmente, llegó el día del concurso.

"Espero que sea un buen día", pensaba Sofía mientras se dirigía a la escuela. Cuando llegó, el aula estaba llena de chicos nerviosos pero emocionados. La maestra comenzó a llamar a los participantes por orden.

"Sofía, ¡es tu turno!".

Su corazón latía rápidamente. Sofía respiró hondo y se puso de pie. Al principio, sus manos temblaban, pero recordó lo que le había dicho Tomás:

"Creer en mí misma".

Entonces comenzó a leer. Con cada palabra, se sentía más segura. Cuando terminó, hubo un silencio y luego una ovación estalló en la sala.

"¡Bravo, Sofía!".

Luego de escuchar a todos sus compañeros, la maestra se acercó al micrófono.

"Y el primer premio es para… ¡Sofía!".

Sofía no podía creerlo. Saltó de alegría, y Tomás la abrazó.

"¡Lo hiciste, Sofía!".

Desde aquel día, Sofía siguió trabajando con Word, creando relatos y aventuras aún más emocionantes. No solo había aprendido a usar el programa, también descubrió la importancia de ser valiente y creer en sus propias habilidades. Así, se convirtió en una escritora admirada en su escuela y, más importante, una amiga que siempre alentaba a los demás a seguir sus sueños.

"Nunca dejes de escribir, Sofía", le decía Tomás cada vez que la veía crear una nueva historia.

Y así, el pequeño barrio de Buenos Aires tuvo a una gran escritora en formación, todo gracias a su pasión por las palabras y la magia de Word Office 2019.

FIN.

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