El pequeño pollito de plumas negras



Había una vez un pequeño pollito llamado Negrito que nació en el momento más difícil de su vida.

Su mamá, la gallina Coco, lo cuidaba con mucho amor y ternura, pero él era diferente a sus hermanitos de plumaje amarillo brillante. Negrito tenía plumas negras como el carbón, lo cual hacía que se destacara entre los demás pollitos. Aunque era muy valiente y curioso, los otros polluelos se burlaban de él por ser diferente.

Un día, mientras Negrito exploraba el granero, escuchó un ruido extraño proveniente del otro lado de la puerta. Curioso como siempre, decidió investigar qué estaba pasando.

Al abrir la puerta con su piquito, vio a una bandada de aves migratorias preparándose para volar hacia climas más cálidos. "-Hola", dijo Negrito tímidamente. "-¡Hola! ¿Quién eres tú?", preguntó un pájaro llamado Panchito. "-Soy Negrito", respondió el pequeño pollito con voz entrecortada.

Panchito miró a Negrito con compasión y le explicó que estaban preparándose para emprender un largo viaje hacia tierras lejanas donde encontrarían comida y refugio durante el invierno. Pero antes de partir, necesitaban encontrar a alguien valiente y audaz que pudiera guiarlos en su travesía. Negrito no podía creerlo.

Él era diferente al resto de los pollitos y siempre había sentido que no encajaba en ningún lugar. Esta era su oportunidad perfecta para demostrarles a todos que era especial.

Sin pensarlo dos veces, Negrito se ofreció a liderar al grupo de aves migratorias. A pesar de que era pequeño y diferente, tenía un gran corazón y una valentía inigualable. El viaje fue largo y agotador. Negrito tuvo que enfrentarse a fuertes vientos, tormentas y peligrosos depredadores.

Pero con determinación y coraje, logró guiar a la bandada hacia su destino seguro. Cuando finalmente llegaron a tierras cálidas, todas las aves le dieron las gracias a Negrito por su valentía y dedicación.

Se dieron cuenta de que no importa cómo luzcas por fuera, lo importante es lo que tienes dentro de ti. Negrito regresó a casa sabiendo que había dejado una huella en el corazón de cada ave migratoria.

Y cuando contó su historia a sus hermanitos polluelos amarillos brillantes, ellos se dieron cuenta de lo especial que era Negrito. Desde ese día en adelante, Negrito siempre fue respetado y querido por todos los animales del granero.

Aprendieron a valorar sus diferencias como algo único e increíblemente especial. Y así, el pollito negrito demostró al mundo entero que no importa cuán difícil sea el momento en el que naces o cómo te veas por fuera; siempre hay algo maravilloso dentro de ti esperando ser descubierto.

FIN.

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