El pequeño pollito perdido



En un tranquilo pueblo de la campiña argentina, un niño llamado Juanito salió a pasear por los campos después de la lluvia. Mientras exploraba entre los árboles, se encontró con un pequeño pollito amarillo que parecía estar perdido.

Sin dudarlo, Juanito recogió al pollito en sus manos y decidió llevarlo a su casa para cuidarlo.

Al llegar, su mamá se sorprendió al ver al tierno pollito y le dijo a Juanito que debían cuidarlo hasta que pudieran encontrar a su mamá. Juanito construyó un pequeño refugio con una caja y algunos papeles para el pollito, y se comprometió a cuidarlo y alimentarlo con granos.

Día tras día, el pollito crecía más fuerte y Juanito aprendía sobre la responsabilidad que conlleva cuidar a un animalito. Mientras tanto, Juanito descubrió que el pollito se llamaba Carmencita, y juntos disfrutaban de largos paseos por el campo.

Pasaron varias semanas y Juanito no lograba encontrar a la mamá de Carmencita, así que decidió preguntar a los granjeros del lugar si habían perdido una gallina. Con la ayuda de los vecinos, lograron encontrar a la mamá de Carmencita, quien estaba muy feliz de ver a su pequeña de nuevo.

Juanito y su mamá despidieron a Carmencita y su mamá con nostalgia, pero con la satisfacción de haber hecho lo correcto.

Desde entonces, Juanito visitaba a Carmencita y su mamá en la granja, y aprendió que la solidaridad y el cuidado por los animales es fundamental en la vida. La historia del pequeño pollito perdido se convirtió en una linda lección de amor y responsabilidad para Juanito.

FIN.

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