El pequeño Trex perdido



Había una vez, en un bosque muy lejano, un pequeño dinosaurio llamado Nino Perdido Trex Bosque. Era un trex muy especial, pues tenía una mancha blanca en su cola que lo hacía diferente a los demás.

Un día, mientras jugaba con sus amigos, se desvió del camino y se perdió en el bosque. Nino estaba asustado y no sabía cómo volver a casa.

Caminó por horas sin encontrar nada conocido hasta que decidió descansar debajo de un árbol. De repente escuchó unos ruidos extraños y se dio cuenta de que estaba rodeado por lobos hambrientos. Nino intentó correr pero era demasiado tarde: los lobos lo atraparon.

"¡Auxilio! ¡Socorro!" gritaba Nino mientras luchaba por liberarse de las garras de los lobos. En ese momento apareció un grupo de animales liderados por el Gran Búho Sabio quien logró ahuyentar a los lobos y salvar la vida de Nino. "¿Estás bien?", preguntó el búho preocupado.

"Sí gracias a ustedes", respondió Nino tembloroso. El Gran Búho Sabio reunió a todos los animales del bosque para ayudar a encontrar el hogar de Nino.

Juntos caminaron durante días hasta llegar al borde del bosque donde encontraron una gran roca con la forma exacta del hogar de Nino. Nino estaba feliz porque había encontrado su hogar gracias al apoyo y ayuda incondicional de sus nuevos amigos animales.

A partir de ese día aprendió la importancia del trabajo en equipo y la amistad verdadera. "Gracias por todo", dijo Nino emocionado. "No hay nada que agradecer, amigo. En el bosque siempre nos ayudamos unos a otros", respondió el Gran Búho Sabio con una sonrisa.

Desde ese día en adelante, Nino se convirtió en el mejor amigo de todos los animales del bosque y vivió feliz para siempre.

FIN.

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