El pequeño zorrito y el gran salto



En una soleada mañana en el colegio, un pequeño zorrito llamado Mateo estaba jugando en el patio. Mateo era muy ágil y le encantaba correr y saltar, pero en un descuido tropezó con una piedra y cayó al suelo.

Se lastimó la patita y sintió mucho dolor. -¡Ay! ¡Me duele mucho! -exclamó Mateo entre sollozos, mientras sus amigos se acercaban preocupados. La maestra Lila, una tortuga muy sabia, se acercó a ayudarlo. -Tranquilo, Mateo, todo estará bien.

Todos nos caemos a veces, lo importante es levantarse y seguir adelante. Pero Mateo estaba muy asustado y pensaba que nunca más volvería a correr y saltar como antes. La maestra Lila, con una sonrisa amable, le dijo: -No te preocupes, Mateo.

Todos tenemos momentos difíciles, pero es en esos momentos cuando descubrimos cuán fuertes y valientes somos. La maestra Lila le recordó a Mateo que todos en el colegio estaban allí para ayudarlo y animarlo.

Los amigos de Mateo se reunieron a su alrededor y le mostraron su apoyo. Juntos, idearon un plan para ayudar a Mateo a recuperarse. Lo llevaron al centro de enfermería donde la enfermera Luna le curó la patita con mucho cuidado.

A medida que pasaban los días, Mateo se sentía mejor y sus amigos lo animaban a que intentara dar pequeños saltos. Poco a poco, con esfuerzo y determinación, Mateo recuperó la confianza en sí mismo y su capacidad para saltar.

Ahora, Mateo corre y salta con alegría, sabiendo que cada obstáculo puede superarse con apoyo y determinación. Y siempre recuerda las sabias palabras de la maestra Lila: 'Todos tenemos momentos difíciles, pero es en esos momentos cuando descubrimos cuán fuertes y valientes somos'.

FIN.

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