El perrito de Pepito
perrito. - ¡Hola, perrito! ¿Estás perdido? - preguntó Pepito con una sonrisa en su rostro. El perrito levantó la cabeza y movió la cola tímidamente. Parecía estar contento de tener compañía. - Pobrecito, estás tan solito.
No te preocupes, yo te cuidaré - dijo Pepito mientras acariciaba al perrito. Pepito decidió llevar al perrito a su casa para darle un poco de comida y agua.
Al llegar, le contó a su mamá lo que había encontrado en la playa. - Mamá, encontré un perrito en la playa. Estaba muy triste y solo, así que decidí traerlo a casa. ¿Podemos quedarnos con él? - preguntó Pepito con ojos suplicantes.
La mamá de Pepito miró al pequeño animal y sonrió. - Claro que podemos quedarnos con él, pero primero debemos asegurarnos de que no tenga dueño. Vamos a poner carteles por el vecindario para buscar a sus dueños - respondió la mamá de Pepito.
Pepito se mostró triste ante esa idea, ya se había encariñado mucho con el perrito y no quería perderlo. - Pero mamá, ¿y si nadie reclama al perrit
FIN.