El perrito lastimado
Ale y Tony salieron a la calle en busca de aventuras. Mientras paseaban por el parque, vieron a un perrito lastimado. El pobrecito estaba temblando y no podía levantarse. Ale y Tony se acercaron con cuidado y vieron que tenía una patita herida.
- ¡Tony, debemos ayudar a este perrito! - exclamó Ale con preocupación.
- Sí, pobrecito, no podemos dejarlo así. Vamos a llevarlo al veterinario - respondió Tony decidido. Con mucho cuidado, envolvieron al perrito en una manta y lo llevaron al veterinario más cercano.
El veterinario revisó al perrito y les explicó que tenía una herida en la pata que necesitaba cuidados especiales. Les dijo que debían limpiar la herida todos los días y ponerle una pomada para que se cure. Además, le recetó unos medicamentos para el dolor. Ale y Tony escucharon atentamente las indicaciones del veterinario y prometieron cuidar al perrito con mucho amor.
Durante los siguientes días, Ale y Tony se turnaron para cuidar al perrito. Lo llevaron a pasear, le dieron su medicina y limpiaron su herida con mucho cuidado. El perrito, que al principio estaba asustado, empezó a confiar en ellos y les daba lametazos de agradecimiento.
Después de un tiempo, la herida del perrito sanó por completo y ya no cojeaba más. Estaba lleno de energía y jugaba feliz con Ale y Tony. Decidieron llamarlo
FIN.